La vicepresidenta argentina, Cristina Fernández, envió  un duro mensaje al presidente, Alberto Fernández, en una carta en la que aseguró que no seguirá tolerando las operaciones de prensa en su contra y pidió al mandatario, tras la derrota sufrida el domingo por la alianza peronista en el gobierno nacional, el Frente de Todos (centro-izquierda), que "honre la voluntad del pueblo argentino".

En la misiva, la ex jefa de estado aseguró tajantemente: "No voy a seguir tolerando las operaciones de prensa que desde el propio entorno presidencial a través de su vocero se hacen sobre mí y sobre nuestro espacio político", afirmó.

Cristina rompió así finalmente el silencio en el marco de la crisis que atraviesa el Gobierno tras la renuncia a disposición de Alberto Fernández de varios miembros del gabinete.

"Solo le pido (a Alberto Fernández) que honre la voluntad del pueblo argentino", escribió la exprimera mandataria en un texto que publicó en su página de internet y difundida a través de sus redes sociales.

La titular de la Cámara de Senadores manifestó que un día después "de semejante catástrofe política" observó a "algunos funcionarios y parecía que en este país no había pasado nada, fingiendo normalidad y, sobre todo, atornillándose a los sillones".

Los resultados de las primarias abiertas simultáneas y obligatorias (PASO) del último domingo mostraron una dura derrota del Frente de Todos en todo el país, con un resultado negativo en 17 de los 23 territorios y un distrito federal, incluida la provincia de Buenos Aires, donde el peronismo no suele perder.

Con ese resultado, la oposición se relame la victoria en las legislativas de noviembre y sueña con otro éxito en las presidenciales de dentro de dos años.

Cristina Fernández, por otra parte, aseguró la última vez que se reunió con el presidente fue el martes 14 en Olivos por iniciativa suya debido a que 48 horas después de las elecciones no recibió llamado alguno para analizar la situación.

Tres días después del duro golpe electoral, los ministros y funcionarios cercanos a Cristina Fernández pusieron su renuncia a disposición del presidente.

El ministro de Interior, Eduardo "Wado" de Pedro fue el primero en mostrar su decisión de dimitir y tras él se encolumnaron sus pares de Justicia, Martín Soria, de Ciencia y Tecnología, Roberto Salvarezza, la titular del PAMI (obra social de jubilados), Luana Volnovich y la titular de Anses (ente de seguridad social), Fernanda Raverta, entre otros.

"El domingo 12 de septiembre de este año el peronismo sufrió una derrota electoral en elecciones legislativas sin precedentes. Mientras escribo estas líneas tengo el televisor encendido, pero muteado y leo un graph: "Alberto jaqueado por Cristina". No… no soy yo. Por más que intenten ocultarlo, es el resultado de la elección y la realidad", escribió.

Y luego resaltó: "Es más grave aún: en la provincia de Buenos Aires, termómetro inexcusable de la temperatura social y económica de nuestro país, el domingo pasado nos abandonaron 440.172 votos de aquellos que obtuvo Unidad Ciudadana en el año 2017 con nuestra candidatura al Senado de la Nación… con el peronismo dividido, sin gobierno nacional ni provincial que apoyara y con el gobierno de Mauricio Macri y su mesa judicial persiguiendo y encarcelando a exfuncionarios y dueños de medios opositores a diestra y siniestra".

"¿En serio creen que no es necesario, después de semejante derrota, presentar públicamente las renuncias y que se sepa la actitud de los funcionarios y funcionarias de facilitarle al Presidente la reorganización de su gobierno?", continuó en clara alusión al Gabinete de Alberto Fernández.

"Confío, sinceramente, que con la misma fuerza y convicción que enfrentó la pandemia, el Presidente no solamente va a relanzar su gobierno, sino que se va a sentar con su Ministro de Economía para mirar los números del presupuesto", agregó.

Al final de la misiva, Cristina Fernández dio a entender que no es su intención romper el Gobierno: "He sido Presidenta durante dos períodos consecutivos. En el 2008 nos tocó atravesar la crisis global más grande después de la Gran Depresión del año '30. Soportamos corridas cambiarias permanentes -con muchas menos reservas en el Banco Central que en la actualidad- y el asedio de los Fondos Buitre".

"Sé que gobernar no es fácil, y la Argentina menos todavía.

Hasta he sufrido un vicepresidente declaradamente opositor a nuestro gobierno. Duerman tranquilos los argentinos y las argentinas… eso nunca va a suceder conmigo", aclaró.

"Cuando tomé la decisión, y lo hago en la primera persona del singular porque fue realmente así, de proponer a Alberto Fernández como candidato a presidente de todos los argentinos y las argentinas, lo hice con la convicción de que era lo mejor para mi Patria. Sólo le pido al presidente que honre aquella decisión… pero por sobre todas las cosas, tomando sus palabras y convicciones también, lo que es más importante que nada: que honre la voluntad del pueblo argentino", concluyó.

A sus elevados índices de pobreza (42%) y desempleo (10%), Argentina suma una de las tasas de inflación más altas del mundo (32% de enero a agosto) y tiene pendiente una deuda de 44.000 millones de dólares con el FMI.

El próximo 22 de septiembre, Argentina debe pagar al FMI un vencimiento de capital por 1.900 millones de dólares y en diciembre otro por el mismo monto. Fernández intenta lograr un acuerdo de facilidades ampliadas que reemplace al stand-by suscrito en 2018 por el gobierno de Macri.

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