Por ESTEBAN VALENTI

Qué ganas de meterme en camisa de once varas, cuando podía pasarla silbando bajito y esperar el desenlace. En el Uruguay, todo o casi todo tiene que ver con la política, y eso le da su enorme fuerza. Y me refiero a la política partidaria, no al “arte de lo posible” abstracto, genérico y elástico.

El carnaval, el teatro, el canto popular, la educación (laica), la cultura, el arte la inseguridad y la seguridad, las organizaciones sociales de todo tipo, la prensa, y naturalmente el fútbol, la segunda o la primera pasión nacional, después de la política.

No es algo grosero, primitivo (a veces lo es), es un hilo rojo que une todas las cosas y las vincula en las opiniones, en los análisis, en las pasiones, en las redes, en la prensa, en los movimientos sutiles y a veces a lo bestia. Y aunque muchos, demasiados se hagan los desentendidos esa relación existe.

Se podría repetir la famosa frase, de que todos somos directores técnicos. Pero sería parcial, porque no todos posamos de politólogos o de políticos. Es mucho más complejo y precisamente porque es muy complejo es apasionante, es penetrar en uno de los resortes, de los rasgos del alma nacional.

¿Está mal? No, es parte del núcleo cultural que nos ha dado identidad y diferencia con otros países, otras sociedades, no tanto por la diferencia del futbol, sino de la política.

Uruguay, tuvo sus momentos de gloria en la república del bienestar,  incluyendo al fútbol como uno de sus componentes principales: campeonatos olímpicos de 1924 y 1928; campeonatos mundiales de 1930 y 1950 e inicio de la decadencia simultánea, en la política, el desarrollo y el fútbol. Obviamente no hay una causa y efecto, era la expresión de un clima, de una conjunción de elementos materiales y espirituales que confluyeron y nos dieron ese sitial de honor. Y el inicio de la decadencia a partir de mediados de los años cincuenta.

Ahora explotó una bomba: las autoridades de la AUF, una organización, sin ningún prestigio en la sociedad uruguaya, una obligación legal impuesta por las circunstancias, un grupo de hombres (son todos hombres) que "rigen" los destinos del fútbol uruguayo, desde arriba de un banquito formal y despintado, con la anuencia de un podio desgastado y mísero como la CONMEBOL y debajo de la cima de la enorme pirámide, entre las organizaciones más ricas y más arbitrarias del mundo: la FIFA. (difícil encontrar alguna estructura mundial cuyas decisiones impacten en la vida de tanta gente, en sus pasiones, frustraciones, broncas, alegrías y que haya afrontado tantos escándalos y porquerías).

En medio de tanta chatura, existía un refugio, un lugar donde nos encontrábamos todos: la celeste, la selección nacional de fútbol, en las diversas categorías. Y eso fue desde hace 15 años, antes la selección era parte de ese desorden, del entrevero infame y que lo sufríamos todos los años.

En estos 15 años, basta comparar los resultados internacionales obtenidos por los cuadros de fútbol uruguayo de la primera división a nivel regional, y ni que hablemos a nivel internacional, donde solo figuramos vendiendo jugadores, para darnos cuenta que privilegio que tuvimos con la "Celeste".

No voy hacer la lista de los resultados solo voy a decir que estuvimos muchos años entre los 10 países mejor posicionados por la FIFA, que clasificamos entre más de 200 países para participar en todos los campeonatos mundiales (en dos casos tuvimos que ir al repechaje, pero pasamos) Y en los mundiales no hicimos papelones, al contrario, nos entreveramos entre los grandes.

Digo esto para los fanáticos de los resultados. Yo soy uno de ellos. Cuando Uruguay no gana sufro como un desesperado, pero después trato de razonar y pensar y estuvimos en el pelotón de los mejores y ese es un privilegio.

Para lo que es el potencial poblacional y económico del Uruguay, estuvimos por encima de todo lo que se podía esperar con un mínimo de razonamiento y de lógica. Además compartimos unos cuantos años, con "goles uruguayos en el exterior". Decenas de jugadores jugando en los principales cuadros del mundo. ¿Me hubiera gustado salir campeón del mundo? Siiiiiiiiiii, pero tengo un mínimo de cordura y trato de analizar y nos fue MUUUY BIENNN.

Y todos nos respetaban y hablaban muy bien de la celeste. ¿Cómo se logró, viniendo del deplorable periodo anterior de la AUF Y sus alrededores?

Obviamente por una generación de jugadores excepcionales, que no crecen debajo de los repollos, depende del baby fútbol, de las divisiones formativas, de los cuadros y de ellos mismos. Son de decenas de miles de pibes que quieren llegar, que se esfuerzan y se rompen el alma para poder llegar. Algunos llegaron y llegan. Somos el país del mundo con más jugadores jugando en el exterior en relación a número de nuestros habitantes.

Pero también a nivel de la imagen internacional, de los resultados de la celeste, siempre sufridos, se lo debemos a un cuerpo técnico encabezado por el maestro Oscar Washington Tabárez. Basta ver los mensajes de los jugadores, unánimemente, después que lo echaron y de la gente de todo tipo y en particular de los que conocimos la etapa anterior de la Celeste y la comparamos con esta última.

Tabárez le quitó mucho al fútbol uruguayo, le sacó lo peor, esa idea de que a las patadas y de pesado podíamos ganar algo, esa imagen de atropelladores y le dio coherencia, un espíritu de respeto, de calidad en las relaciones humanas, de colocar el fútbol y no la viveza por encima de todo. Y le dio al futbol uruguayo un respeto que hacía mucho habíamos perdido. Y eso influyó en muchas otras cosas, más allá del fútbol.

Todos estábamos desesperanzados, dolidos por los últimos rendimientos que fueron muy malos y, del clima que se iba generando en los alrededores de la selección y dentro de ella. Y faltan solo 4 partidos, directos, inexorables.

Mientras estuvimos en esta clasificación en buenas posiciones, no se había terminado el "ciclo", fue algo abrupto, total, definitivo e inapelable.

Entre las alternativas tradicionales, estaba que cuando los resultados no se dan los dirigentes hacen saltar el fusible, el DT. Y lo hicieron y unos cuantos tenían unas ganas especiales, reforzadas de hacerlo saltar. Ahora buscan a tientas, no hay plan, no hay nada más que manotazos. Típico de la AUF y de su nivel.

Nadie duda que en la remoción de Tabárezhay componentes que son externos totalmente a los factores deportivos, así lo nieguen los dirigentes, los gobernantes y lo repitan en arameo y en otras cien lenguas diferentes. Todos somos DT pero pocos somos estúpidos.

Es posible que si se quedaba Tabárez no clasificáramos al mundial. Habría que ver las diversas responsabilidades, el nivel del juego actual de los jugadores y naturalmente el esquema de juego, que por cierto no cambió mucho. Pero yo me formulo una preguntita ¿Si con el nuevo director técnico tampoco clasificamos, de quien es la responsabilidad? ¿Los de la AUF se lavarán las manos como lo han hecho siempre? Y también algunos doctos periodistas deportivos. ¿Algún burócrata renunciará?

En esta oportunidad no le podrán echar la culpa a TENFIELD (nadie podrá decir que yo me he llevado bien con esta empresa), a los jugadores de "adentro" y a los de "afuera". ¿Quién será el VAR, la animosidad de los árbitros? ¿O razonaremos con mediana inteligencia para comprender que también importa el estado de los jugadores? Por ejemplo.

Tampoco comparto a los que quieren darle un contenido político partidario a los buenos resultados y a la "recompensa es el camino".  Es el camino de todos los uruguayos que amamos el fútbol, más allá de cierta lógica y medida. Y aunque soy muy supersticioso, no voy a incluir ahora ese elemento, cuando vea los resultados finales voy a sacar mis conclusiones. No tengan dudas.

Ojalá el olimpo nos ilumine y vayamos a Catar, pero de todas maneras este debate recién empieza, y hay que darlo, porque tiene que ver con algo mucho más profundo que el fútbol, inclusive con la política partidaria y sus lazos con todo. Y que nadie se quiera lavar las manos, no va a alcanzar ni siquiera toda el agua del Río de la Plata.