Una muestra dedicada a Dante Alighieri en Buenos Aires como cierre de las celebraciones por el 700 aniversario de la muerte del "padre de la lengua italiana", con grabados del pintor argentino Carlos Alonso, asesta un golpe letal a la endeble presunción de los anacronismo en el arte.
Es que 47 obras en papel (dibujos, tintas, acuarelas, collage, grabados, con técnicas específicas y técnicas mixtas) de Alonso dedicados a Dante y a su carrera, realizados en dos períodos de tiempo distintos, ensamblan lejanos momentos del a humanidad y confirman la eterna vigencia de "La Divina Comedia".
Organizada por el Museo de Bellas Artes y el Instituto Italiano de Cultura de Buenos Aires, que encabeza Donatella Cannova, la exposición "Dante x Alonso", la exhibición entrega trabajos de Alonso realizados en Italia entre 1966-1969 y otros, de mayores tamaños, plasmados entre 2000-2009.
Alonso -hoy de 92 años y con algunos problemas de salud por lo que no estuvo presente en la inauguración- pasó seis meses en Florencia en 1968 donde realizó 250 dibujos inspirados en la obra de Dante para ilustrar una traducción al español de la Divina Comedia.
Se trataba de un libro editado por Angel Battistessa, quien, sin embargo, no aceptó las ilustraciones por considerarlas "demasiado originales", en la búsqueda de algo más tradicional.
Según el comisario de la exposición, Andrés Duprat, la originalidad de la obra de Alonso fue la de "haber podido crear un conexión entre los dramas de narración y de la época de Dante y la actualidad de la convulsa sociedad de los sesenta".
Ese enlace de épocas distantes, también lo señaló el embajador de Italia en Argentina, Fabrizio Lucentini, en la ceremonia de apertura, quien afirmó que la obra de Dante, "a pesar de ser un pilar de la cultura italiana, tiene un carácter universal, no ligado a la época en que fue escrita".
Su principal característica, apuntó el diplomático, "es que se trata de un viaje introspectivo que atrae a los lectores por su capacidad para mostrar los aspectos más profundos y auténticos del alma humana".
Así es que en la obra de Dante, Alonso encontró los mismos contrapuntos, penumbras y desesperanzas que las que vivía Europa y el mundo convulsionados de fines de los '60, pero también fue capaz de detectar las mismas desesperanzas e infiernos que perturbaban a hombres y mujeres en los albores del Siglo XXI.
Así desde fines del siglo XIII y comienzos del XIV, "Il Sommo Poeta" fue capaz reflejar su tiempo, pero también de enviar un mensaje al futuro.
Los personajes que encuentra en el Infierno y en el Purgatorio son todos pecadores, por la simple razón de ser humanos. Hombres y mujeres que cayeron en la lujuria, la gula, la ira, la avaricia o prodigalidad. También en los pecados de bestialidad: la violencia, o en los más graves aún, de pura malicia: la hipocresía, el robo, el fraude, los malos consejeros, los sembradores de escándalo y de discordia, también de traición.
Reflejo eterno de la conducta humana, en el siglo XIII, XIX, XXI y más allá, que Alonso grafica con magistral impacto visual.
Luego de permanecer en Buenos Aires, hasta el 27 de febrero próximo, "Dante x Alonso" se trasladará a varios museos de las provincias argentinas y culminará en el Museo Carlos Alonso -Mansión Stoppel de Mendoza, la ciudad natal del artista.
Esta muestra en Argentina es, en verdad, parte de una suerte de maratón de actividades para conmemorar el aniversario de la muerte de Dante entre las que hubo una nueva traducción de su obra emblemática, "La divina comedia", que lanzó la editorial Colihue, la presentación de una película y una jornada con actividades con artistas y académicos en la Embajada Italiana.
En Rosario, el humorista gráfico Miguel Rep también se sumó a los homenajes. Seleccionó casi 40 originales de sus dibujos inspirados en "La Divina Comedia" para celebrar al poeta supremo de la literatura italiana y universal e inauguró la muestra titulada "700 años del Divino Dante", abierta al público hasta el 28 de noviembre en el Centro Cultural Fontanarrosa de esa ciudad.