De récord a récord en los últimos seis años, los océanos se calentaron tanto que en 2021 acumularon tanta energía como la que habrían liberado siete bombas atómicas por segundo durante todo el año.
Y el calentamiento continuará hasta que no se eliminen las emisiones de CO2.
Así lo afirmó un estudio internacional firmado por 23 investigadores de 14 instituciones -incluido el Instituto Nacional de Geofísica y Vulcanología-Ingv y la Agencia Nacional de Nuevas Tecnologías, Energía y Desarrollo Económico Sostenible-Enea-, lanzando también una alarma para el Mediterráneo.
"Se confirma la cuenca que más se está calentando con rapidez" afirmó.
El artículo "Otro récord: el calentamiento del océano continúa hasta 2021 a pesar de las condiciones de La Niña", que se publicó en la revista Avances en Ciencias Atmosféricas", advirtió que el nuevo registro ocurrió a pesar de que en 2021 hubo "La Niña", un fenómeno que enfría la superficie del Océano Pacífico y que ayudó a limitar su calentamiento.
Los océanos se están calentando, pero también son más ácidos desde que absorben del 20 al 30% del dióxido de carbono de origen humano.
Eso crea las condiciones para que haya cada vez más violentos y numerosos huracanes y tormentas, períodos del calor extremo en áreas cada vez más grandes, que amenazan la desaparición de los atolones del Pacífico y de las islas Maldivas, y también de las costas.
Los mares cálidos y menos ricos en oxígeno provocan riesgos para la vida bajo el agua, entre peces y plantas.
Los científicos afirman que el calor es el principal indicador de cambio climático inducido por el hombre. En el Mediterráneo, el calor abrasador de Sicilia en agosto, la lluvia en Liguria, los huracanes de Mediterráneo a finales de noviembre también en Sicilia, son la expresión del aumento de calor y energía en el mar.
Los datos de este estudio se complementan con los del control de temperatura en los mares de Liguria y el Tirreno, en el ámbito del proyecto "Un Análisis Multidisciplinar de Indicadores de Cambio Climático en las Regiones Mediterráneas y Polares" del Instituto Nacional de Geofísica y Vulcanología (INGV), en el cual participa la Agencia Nacional para las Nuevas tecnologías, la energía y el desarrollo económico sustentable (ENEA).
Desde 1999, utilizando barcos comerciales en la ruta entre Génova y Palermo (entre los socios se encuentra la compañía de navegación italiana Grandi Navi Veloci), la temperatura se controla con sondas.
El agua caliente comenzó a "invadir" el mar Tirreno desde el sur, a partir de las islas Egadi y de la costa noroeste de Sicilia, y continuó hacia el norte.
Este registro adicional del calentamiento de los océanos "llegó, irónicamente, al final del primer año de 'Década del Mar', una iniciativa lanzada por las Naciones Unidas para movilizar a todos los sectores de la sociedad civil y preservar un buen estado del ecosistema y de todos los recursos que el océano nos proporciona", dijeron los investigadores Simona Simoncelli, de INGV, y de Franco Reseghetti de ENEA.