por Esteban Valenti

Todos quieren apropiarse, todos se la atribuyen, es la palabra más utilizada y manoseada de la historia y el propio concepto que expresa ha cambiado a lo largo de los tiempos: LIBERTAD.

El diccionario de la Real Academia contiene 12 definiciones, elegimos una: En los sistemas democráticos, derecho de valor superior que asegura la libre determinación de las personas. Es que el concepto de LIBERTAD ha cambiado profundamente con los diversos sistemas y sigue cambiando.

La más profunda definición de un concepto cardinal de nuestra civilización es de Hegel: La historia es el progreso de la conciencia de la libertad. 

Lo que más se ha modificado, lo que los hombres han ido cambiando con su desarrollo civilizatorio, con su cultura, afrontando grandes luchas, es precisamente la LIBERTAD.

A veces puede sonar ampulosa, desproporcionada a las humanas y diarias vicisitudes, pero en realidad, todos nuestros derechos, nuestra vida en sociedad, nuestras cuestiones cotidianas se apoyan en la libertad, en gozar de ella o carecer. Y debemos asumir que en diferentes épocas y lugares la libertad ha sido y es diferente.

La libertad tiene una sola forma de organización política e institucional posible, la democracia, aún con todas sus limitaciones y defectos. Sin embargo, todos la invocan. ¿Cuál es la principal diferencia entre los diversos conceptos que circulan por el mundo? Uno solo: a quiénes alcanza y para quiénes es la libertad, para todos o para unos pocos.

Quedan excluidos los que están privados de libertad porque han violado leyes de un estado democrático, han tenido un debido proceso, en todas sus instancias, han sido condenados por una justicia ante la cual todos los habitantes de esa nación son iguales, o que se esfuerza realmente para cumplir ese principio de la igualdad ante la ley. Perder la libertad es una condición terrible.

Los uruguayos afrontamos el próximo 27 de marzo de este año un momento importante de nuestra vida institucional y política, un referéndum sobre 135 artículos de una Ley de Urgente Consideración (LUC),. Concurriremos a las urnas a definir también conceptos fundamentales sobre la libertad, por lo tanto se trata de un debate, de un pronunciamiento con un profundo contenido cultural pero también práctico. No son solo esos pésimos 135 artículos, es su soporte ideológico y cultural.

Los partidarios de mantener esos artículos, quieren transformar la palabra LIBERTAD en su paradigma, y tienen razón, con un pequeño "detalle", están hablando de la libertad para los menos, para unos pocos y en contra del concepto básico de la libertad para todos por igual, que es un objetivo fundamental y por el que vale el máximo esfuerzo como dice El Quijote.

Por ello el referéndum es una profunda e importante batalla democrática.

Los 135 artículos son una "libertad" para pocos, porque en mayor o menor medida siempre se favorecen los intereses de los más poderosos, contra los sectores bajos y medios e incluso aquellos sectores empresariales que no apelan a las ventajas y a la desconstrucción de los derechos sociales, que fueron construidos a los largo de muchas décadas.

La "libertad" de expulsar por notoria mala conducta a un trabajador que reclama por sus derechos o sus salarios atrasados, bajo la acusación de un supuesto o real piquete, es la "libertad" de muy pocos, en un país donde los desbordes sindicales, prácticamente no existen. Cuando existe la auténtica libertad de la negociación, de la lucha sindical organizada en una Central única y con una historia de décadas de relaciones laborales que le han servido a los trabajadores, a los empresarios y a toda la sociedad. Basta sacarse las anteojeras y mirar alrededor, Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Perú, Ecuador, Venezuela, Bolivia, etc., etc. E incluso en Europa y comparar.

La "libertad" de liberar a las dos grandes y transnacionales de la comunicaciones la posibilidad de hacer dumping con sus precios por un tiempo para competir, mejor dicho, para mal competir con ANTEL, y desguazar a la mejor empresa de telecomunicaciones del Estado de América Latina, la más moderna y con mayor cobertura territorial y conexión internacional a Internet, la que liquida todas sus ganancias para cubrir una parte de los gastos de todos los uruguayos. La famosa "portabilidad" no tiene nada de libertad. Es hacer ahora lo que los uruguayos no les dejamos hacer en 1992, con un referéndum donde superamos el 70%. Hacerlo en pedazos, primero los celulares, después con Internet. Y nadie se propone un monopolio de ANTEL.

Si faltaba una prueba la multimillonaria campaña de publicidad de ANTEL en estos momentos, solo logró mil nuevos clientes entre millones de usuarios de celulares. No les importa usar el Estado y sus dineros para la propaganda por el NO.

No es libertad una justicia que no es igual para todos y donde una madre de cuatro niños, que la detienen con 53 gramos de marihuana la condenan a 4 años de cárcel sin posibilidad ninguna de reducción y a un narcotraficante que habita en el exclusivo y cerrado barrio de La Tahona, con 420 kilos de pasta base de cocaína, le dan 20 meses de "vacaciones" domiciliarias. ¿Esa es la libertad que queremos los uruguayos? Los dos deben ir presos, pero con justicia y equilibrio.

La "libertad" para pocos es la que establecen en relación a los alquileres. Los buenos pagadores pueden ser desalojados en 30 días y si hay un atraso de tres días los pueden desalojar en seis días. Tiempos record nunca antes existentes en el Uruguay, que en nada favorecen a los inquilinos actuales y futuros. En momentos donde los salarios y las jubilaciones han perdido valor en los dos últimos años.

La más terrible es la supuesta "libertad" de armarse y dispararle a un intruso o un supuesto intruso que penetra en nuestra habitación o empresa. Es una enorme paradoja, cuando te dicen por todos lados que estamos mejor defendidos por la policía, nos invitan a armarnos y a defendernos y en segundo lugar y más grave, a arriesgarnos, porque tenemos todas las de perder si nos enfrentamos armados a los delincuentes. La experiencia en ese sentido es abrumadora. Los uruguayos, además de estar bastante armados, son inteligentes y no sucedió casi nada. Ni siquiera hubo gatillo fácil policial, porque hay una historia detrás y porque son inteligentes, y saben que abrir una espiral de fuego contra fuego, se sabe cómo comienza y nunca dónde termina, mejor dicho, termina en una sociedad mucho más violenta. Las experiencias mundiales son abrumadoras.

Tomemos otra "libertad" de los 135 artículos de la LUC, la de reformar nada menos que la educación por parte de los políticos oficialistas y los burócratas y excluyendo, es decir, negándoles la mínima libertad a los docentes y a los padres de los alumnos, y al rector de la Universidad de la República. Casi nada. Es una aberración.

Y por hoy, la última "libertad" para ellos, es decir para muy pocos, es el aumento de los combustibles todos los meses. Todos sabemos que el precio de los combustibles impacta directa e indirectamente en los bolsillos de todos los uruguayos. Gastaron horas de discursos hablando de transparencia y precios a paridad de importación y aumentaron los combustibles Con un agravante al aumentar un valor fijo, tres pesos a todos los combustibles, el impacto es mucho mayor en el gas oil (transporte y producción) y en el super gas (familias).

Hay mucho más, por ejemplo, sobre el servicio de inteligencia, que es un elemento importante de nuestra "libertad" y ha sido manoseado a favor del poder supremo de la Presidencia de la República, de la actual y de las que vendrán, y otros casos.

El resultado de este referéndum marcará el nivel y la calidad de nuestra democracia, por lo tanto, de nuestra libertad, la de todos.