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En las últimas semanas hay un tira y afloje entre estas 2 naciones separadas hace poco más de 30 años. Por un lado la Rusia del nuevo zar Vladimir Vladimirovic Putin, que se siente fuerte por la reciente renovada alianza con China y los súbditos ucranianos del Donbass de las repúblicas secesionistas. Por otro lado Ucrania de un actor  cómico que llegó a ser presidente como Volodymyr Zelensky.

El principal onjetivo de Zelensky es la entrada a la UE, con la que quiere entrar en pie de igualdad junto con Gran Bretaña y los USA de Joe Biden. Esto sería suficiente para entender que estamos habando de una crisis muy difícil de resolver. Si estallara una guerra en las puertas orientales de Europa, todo el continente se vería afectado. Tenemos que considerar que Rusia es el mayor productor de gas del planeta y mantiene en jaque a muchos países,  sobre todo Alemania, donde está instalado el Consejo de Administración de la famosa Gazprom rusa. ¿Quienes son los principales mediadores entre el oriente y occidente?  El alemán Olaf Scholz y el francés Emmanuel Macron que, este último, quiere  la reelección al Elíseo, en caso que prospere un equilibrio evitando una guerra.

¿Cómo se generó esta crisis, que amenaza al mundo con un nuevo enfrentamiento armado de consecuencias catastróficas (recordemos que Rusia y Ucrania poseen bombas atómicas)? ¿Cuáles son los principales intereses? En el este de Ucrania existe de nuevo el riesgo de una guerra intensa, con miles de víctimas. La situación se complica por muchos factores. El país es heterogéneo en historia, lengua y religión. Las fronteras de hoy son endebles y tienen algunas décadas de vida con muchas incógnitas. Ucrania, más allá del río Dniéper, siempre fue un hito fronterizo ruso desde 1654. 

La Iglesia Ortodoxa del Patriarcado de Moscú, dominó, durante siglos esta zona, afirmando a Rusia como una madre histórica. 

Crimea, donde se centra la crisis, fue tomada bajo el reinado de Catalina II, inmediatamente "rusificada" y elegida como centro estratégico fundamental por los zares. Los rusos reinaron en la zona e incluso cedieron la Península a Ucrania en 1954. Había sido una jugada de Kruschev, que, por razones de política interna, dejó que los ucranianos tomaran Crimea. No podía haber consecuencias negativas para la estabilidad de la Unión Soviética en ese momento. El puerto de Sebastopol era la ruta principal hacia los mares cálidos y lo sigue siendo hoy en día.

¿Qué importancia tiene Crimea en la estrategia rusa y por qué Moscú dijo claramente que, una operación ucraniana para recuperar la península, desencadenaría una guerra abierta?

En Sebastopol se encuentra la flota del Mar Negro, pero no lo explica todo, porque el área de proyección es mucho mayor. Comprende todo el Mediterráneo, incluida la base naval de Tartus, en Siria. No es reemplazable a corto plazo, porque no hay una infraestructura rusa en el área. En los planes de Putin, la flota del Mar Negro, va a tener a disposición 18 unidades para 2025 y, si el presupuesto lo permite, se espera que dos submarinos convencionales lleguen a Sebastopol este año, junto con nuevas fragatas del proyecto 11356, porque a Mamá Rusia le gustaría volver a tener un papel protagónico en la zona Mar Negro-Mediterráneo con acuerdos militares, bases y suministros de guerra a países que se han vuelto "amigos" como Egipto. 

¿Cuáles son las otras fisuras geopolíticas?

El oeste de Ucrania fue territorio polaco por 3 siglos, y luego fue tomado por el Imperio austríaco. En 1922 entró en la órbita soviética, con excepciones, porque la región de Transcarpacia siguió perteneciendo a Checoslovaquia hasta el final de la II Guerra Mundial. 

En esta zona predomina el catolicismo oriental de rito uniata, leal al Papa de Roma. Es la parte del país que mira hacia Occidente, no hacia el "traidor Oriente", conscientes de las tragedias de la colectivización forzada del período de Stalin. Hambrunas, deportaciones y represión provocaron 8 millones de muertos ucranianos y un fuerte resentimiento que, a  Moscú, nunca interesó. 

Muchos ucranianos, en los años '30, crearon formaciones paramilitares del III Reich y participaran en la Operación Barbarroja, o sea la invasión nazi de la URSS. Entre los ucranianos, los nazis encontraron comprensión y sensibilidad y  reclutaron a muchos colaboradores para la estabilización de los territorios tomados y a muchos anti estalinistas, integrados en una división de las SS con el emblemático nombre (Galicia). 

¿Cómo es la Ucrania actual?

Ucrania volvió a ser independiente en 1991, tiene 45 millones de habitantes y 603 mil kilómetros cuadrados,  con Crimea incluída. Pero el escenario político se fragmentó para volverse siempre más difícil de controlar, sobre todo a principios del siglo XXI, cuando surgieron profundos quiebres entre los defensores del acercamiento a la Unión Europea y Occidente y los partidarios del histórico vínculo con la Madre Rusia. Se creó un ambiente muy violento con una inevitable seguidilla de denuncias de fraude. En la encuesta presidencial de 2004, la polarización entre el este y el oeste fue de enormes proporciones. En las regiones orientales, el pro-ruso Viktor Yanukovych obtuvo el 80% de los votos en el plebiscito del oeste. Los contrincantes  se rodearon de figuras corruptas que llevaron al país al borde de la bancarrota. El presidente Yanukovych intentó una mediación porque creía que la ayuda europea era fundamental. Pero Bruselas no le ofreció más que 610 millones de euros, a través de un acuerdo aduanero que debía finalizar en noviembre de 2013. El presidente había pedido al menos 20.000 millones de euros, recibiendo migajas de la UE. Enseguida se fue a pedir ayuda a la corte de Moscú, que le había prometido 15.000 millones de dólares en ayudas directas y continuidad de precios bajos por gas natural. 240 acuerdos vinculaban rusos y ucranianos en la mayoría de los sectores estratégicos de la economía que estaban interconectados para que la mayor parte del comercio ucraniano fuese con Rusia.

¿Cómo reaccionó el país ante un posible retorno total a la órbita rusa?

La sola idea de un nuevo acuerdo entre Moscú y Kiev provocó la triste revuelta de Maidan orquestada por nacionalistas pro occidentales y anti-rusos, hasta algunos neonazis, como los milicianos de Pravyi Sektor, UNA-UNSO, Svoboda, Tryzub y otros, que tomaron las armas para derrocar al gobierno legítimo, a pesar de la inminencia de las elecciones del 2015. A partir de entonces hubo un giro imparable apuntando a una verdadera guerra, con responsabilidades de ambos bandos. 

Putin no había olvidado la historia de Kosovo 1998, cuando se tradujo al ruso el ensayo de Zbigniew Brzezinski y hubo un fuerte choque con Rusia. El ex asesor de Seguridad Nacional de EE.UU. sugirió a Washington aislar a Moscú de su 'vecino extranjero'. 

Sin Ucrania, Rusia perdía su grandeza  y el control del Mar Negro, además del acceso a los cálidos mares, quedando como una pequeña potencia regional. En 1998, la OTAN integró a Polonia en sus filas, más Hungría y República Checa, todos antiguos satélites de la URSS. Cuando se bombardearon las posiciones serbias en Kosovo, para los rusos fue otro revés. En 1999 Vladimir Putin llegó al poder, con un objetivo preciso: defender la tradicional esfera de influencia rusa.

¿Qué movimientos hace Putin en el tablero internacional

Desde entonces, Putin demostró su enorme capacidad para combinar categorías imperialistas del siglo XIX con técnicas políticas actuales. Todo depende de una estrategia que ilustró muy bien Valery Gherasimov en 2013. En un artículo del Military and Industrial Corriere, el comandante supremo ruso explicaba las directrices de la nueva 'disuasión no nuclear', resumida en dos palabras: intervenir y ocultar, utilizando herramientas mediáticas, humanitarias, económicas, financieras y subversivas, a través de medios militares. 

Crimea y el Donbass son la demostración. Pero nadie asegura que, convertirlos en una fortaleza sitiada, haya aumentado la seguridad rusa. ¿Y qué hay de la contrarreacción de la OTAN en el este, las sanciones económicas y el aislamiento sustancial del país, forzado a una alianza casi estratégica con su voluminoso vecino chino, metiéndose en una relación que corre el riesgo de estar fuertemente sesgada a favor de Beijing? Hoy, Putin sigue apostando alto provocando esas tensiones que  estamos viviendo hoy.

El conflicto armado de 2014

Desde el 1 de marzo de 2014, decenas de miles de personas se manifestaron en Donetsk, contra las nuevas autoridades pro occidentales de Ucrania, tomando depósitos de armas, oficinas administrativas y puestos policiales. El 7 de abril proclamaron la República Popular de Donetsk, emulada en Lugansk por otros separatistas. Cuando fue elegido, el presidente ucraniano, Pietro Poroschenko, lanzó una operación 'antiterrorista'  con el objetivo  de retomar las ciudades de Donbass, que, en su mayoría, acabaron en manos de los separatistas. Era el final de la primavera de 2014.

EL BOMBARDEO DE DONETSK

Donetsk fue bombardeada con artillería pesada, mientras los regulares intentaban rodear la ciudad para romper los suministros rusos. Mientras tanto el ejército ucraniano se reorganizó parcialmente, gracias a los suministros de "países amigos" como Estados Unidos, siempre dispuestos a prestar ayuda a los anti-comunistas. 

El 18 de diciembre de 2014, Obama firmó la Ley de Apoyo a la Libertad, que asignó 350 millones de dólares en asistencia militar directa a Ucrania, cubriendo el período de dos años 2015-2017. Desde entonces, EE.UU. le dió a Kiev 2.500 millones de dólares en ayuda militar, armas, equipos y entrenamiento para los soldados ucranianos.

Los acuerdos de Minsk en el frente militar, más el fracaso del ejército ucraniano, obligaron a Poroshenko a negociar un primer alto el fuego con los rebeldes el 5 de septiembre de 2014 en Minsk, con la mediación de la OSCE más Francia, Alemania, Rusia y Ucrania. El 16, la Rada, o sea el parlamento ucraniano, promulgó la ley sobre el 'régimen especial de autogestión local y temporal' de los distritos de Donbass en manos separatistas. Pero el alto el fuego no duró nada y hasta febrero de 2015, los rebeldes conquistaron 1.500 kilómetros cuadrados de nuevos territorios, particularmente en Debaltsevo, entre Lugansk y Donetsk, y más al sur, en la zona más disputada del aeropuerto de la última de las dos ciudades. 

La batalla de Debaltsevo y los acuerdos de Minsk 2

La diplomacia estaba haciendo su trabajo para frenar la batalla. En Bielorrusia, el entonces presidente francés François Hollande, convenció a rusos y ucranianos a negociar los acuerdos de Minsk 2. Hubo un acuerdo sobre el alto el fuego en una línea de 450 km, con la promesa de retirar todas las armas pesadas a 12 km de la línea de separación. A pesar de todo la guerra siguió y hasta se intensificó alrededor de Debaltsevo. Se suponía que debía haber una tregua, pero los separatistas lo intentaron todo para quedarse con el territorio conquistado. Querían expulsar a los últimos regulares ucranianos que aún estaban presentes y empezaron un asalto a la ciudad con artillería pesada. Funcionarios del gobierno trataron de defenderse pero terminaron en la trampa enemiga que dejó muchos muertos y heridos. El portavoz de Washington atacó duramente a Rusia, tratándola de "responsable de bombardear la ciudad". Los pro-rusos tenían mucha artillería y baterías de lanzacohetes en las inmediaciones de Debaltsevo que usaron en masa. El día 15 entró en vigor un alto el fuego, ordenado a los hombres sobre el terreno tanto por Poroschenko como por los comandantes pro-rusos, pero la lucha no bajó de intensidad. La tregua se interrumpió antes de lo esperado y los separatistas atacaron la ciudad por todos lados. Siguieron extendiendo el rango de acción a Chornukhyne, para asegurar mayor control. Tomaron la estación y  la periferia del este. El comando ucraniano decidió retirarse de Debaltsevo porque no podía traer refuerzos. El 20 de febrero cayeron los últimos focos de resistencia ucraniana en el sector Debaltsevo, en Chornukhyne, Ridkodub, Nikishyne y Mius.  En menos de un mes, los pro-rusos habían conquistado 420 km2 de nuevos territorios, sin considerar, en lo absoluto,los acuerdos de Minsk 1.

POSTERIORES DESARROLLOS

A partir de entonces se violaron todas las cláusulas militares de Minsk 2. No hubo alto el fuego y los intercambios de golpes se alternaron con largas pausas estratégicas. En agosto pasado, la OSCE contabilizó 1761 explosiones provocadas por bombas de artillería y morteros, pero, hasta agosto de 2020 se registraron solo 132. 

La Misión Especial de Monitoreo de la OSCE debe monitorear el cumplimiento del cese al fuego, pero no tiene acceso a todas las áreas, mucho menos en la frontera con Rusia. Son amenazados constantemente por el personal ruso e incluso lucharon con los pocos drones disponibles, interceptados por los bloqueadores rusos en las señales de video y en los GPS. 

Mientras tanto, Ucrania sigue viviendo con el terror de una inminente invasión rusa. Los ministerios de relaciones exteriores occidentales y el gobierno ucraniano tienen miedo que los rusos fuercen la mano, mientras que el cuarteto denominado 'Normandía' no cuenta para nada y está sin armas. Tampoco se ponen de acuerdo el gobierno de Kiev con los separatistas por  reglas básicas. Los separatistas y los padrinos de Moscú quieren un estatuto autónomo para Donbass, inscrito en la constitución nacional, pero Kiev no acepta, mientras que la economía se desmorona. Es imposible cambiar la situación mientras haya tantas armas en la vuelta.

La actual posición rusa 

El Kremlin no quiere, de ninguna manera, que Ucrania sea aliada de la OTAN. Preferiría una zona de amortiguamiento en las fronteras occidentales del país, para ahorcar a Kiev y evitar encontrar tropas occidentales en la vuelta. Ya ha tenido que digerir la incorporación de 12 países satélites de la era soviética a las estructuras militares occidentales. Tienen miedo que la OTAN y los "yankees" puedan utilizar territorio ucraniano para establecer bases y radares, con nuevos interceptores antimisiles, como los desplegados en Rumanía y Polonia, que fueron acusadas de alterar el equilibrio nuclear. Para obtener garantías por escrito de los occidentales, Moscú implementó un gran despliegue de fuerzas entre Bielorrusia y en el distrito occidental cerca de la frontera con Ucrania y Crimea. También mueve constantemente la flota, haciendo temer un bloqueo naval de las costas ucranianas, contra Odessa y Mariupol: hace de todo para comprometer el gobierno de Zelenski. 

Algunos observadores militares creen que las 6 unidades de asalto anfibio que llegaron desde el Báltico al Mar Negro hace unos días, podrían ser el preludio de un desembarco en las playas ucranianas, con apoyo aéreo, naval y terrestre.

Los rusos tienen una superioridad total sobre los ucranianos con más de 100.000 hombres en la frontera. El equilibrio de fuerzas es aún más marcado que en 2014. El Kremlin puede lanzar ataques aéreos y terrestres desde Donbass, ataques aéreos o anfibios desde Crimea o la región de Rostov. Puede abrirse paso por tierra con las columnas de la tercera división motorizada y la cuarta división blindada y penetrar en Kharkiv y Poltava. Puede marchar con la división motorizada de Kursk y Bielorrusia en dirección a Kiev. En realidad, nada podría detener un avance ruso. A pesar de las reformas de los últimos años, el ejército ucraniano es muy limitado. De un total de 250.000 hombres, solo 130.000 estarían capacitados. Muchos de ellos ocupan puestos de no combatientes, sin considerar el hecho que Kiev tiene un modelo de fuerza demasiado burocratizado.

¿Que se puede esperar ahora?

Según la historia, los rusos prefieren usar la sorpresa cuando van a la guerra. Hacer demostraciones de fuerza y estar listo para una guerra a gran escala no quiere decir que empiecen la acción. Cuando los rusos deciden luchar, sorprenden al enemigo y no se preocupan por convencer al Congreso de Estados Unidos o a la opinión pública de los países occidentales. Al aumentar la tensión en la frontera ucraniana, tal vez pretendan obtener ventajas y garantías diplomáticas. Por ahora, no hay señales claras de una ofensiva inminente.

Habrá que preocuparse en serio solamente si llegan al frente hospitales de campaña, un recurso que se ve solamente cuando realmente se necesite. Sólo así podrá haber una verdadera guerra.

STEFANO CASINI