"En el este de Ucrania, casi 430 mil niños viven con cicatrices psicológicas y necesitan apoyo continuo para lidiar con el trauma emocional de crecer en un conflicto prolongado, que dura desde hace 8 años", dijo Andrea Iacomini, portavoz de Unicef para Italia.
"Las escuelas y los jardines de infancia no son un objetivo y deben ser un lugar seguro para que los niños de Ucrania aprendan y crezcan", amplió. Pero, dijo que, "lamentablemente, más de 750 escuelas han resultado dañadas hasta la fecha desde que comenzó el conflicto a ambos lados de la línea de contacto".
"Los niños del este de Ucrania viven en una de las extensiones de tierra más contaminadas con minas del mundo", amplió Iacomini.
"Todos los días viven, juegan y van y vienen de la escuela en áreas llenas de minas, artefactos explosivos sin detonar y otros restos explosivos de guerra mortales. Es tan peligroso como inaceptable. Pedimos en estas horas dramáticas proteger a los niños de los ataques", rogó luego.
"Unicef trabaja sobre el terreno y se coordina con socios en todos los niveles para llegar a los niños de Ucrania que necesitan asistencia dondequiera que estén", concluye.