El ministro de Asuntos Regionales de Italia, Roberto Calderoli, celebró hoy el proyecto de ley sobre autonomía, caballo de batalla de su gestión, y dijo que será un "gran resultado del que podría nacer un nuevo regionalismo italiano".
Calderoli espera que el proyecto llegue cuanto antes al Parlamento.
"Es sorprendente ver cómo el tema de la autonomía diferenciada, que durante cinco años ha sido completamente ignorado incluso a nivel mediático, de repente encendió el debate, aunque lamentablemente, con demasiada frecuencia, sin que haya elementos reales todavía para juzgar", dijo el ministro a ANSA.
En estos momentos, de hecho, el gobierno italiano sigue enfrascado en la redacción de un proyecto de ley, en un proceso de "leal colaboración con las Regiones", que define el procedimiento para implementar el regionalismo diferenciado.
"Aquellos que nos precedieron, como el gobierno Gentiloni, que firmó los preacuerdos con Lombardía, Véneto y Emilia-Romaña en 2018, no habían tenido la misma preocupación por definir el panorama general", subrayó Calderoli.
Según analistas, la elección del gobierno, a través de un proyecto de ley, de dejar al Parlamento la elección de las condiciones para proceder a la autonomía diferenciada de una Región "debería ser positiva y apreciable".
"Las materias en las que se puede lograr una autonomía diferenciada no son todas iguales. Es cierto, unas son más delicadas, otras menos complejas -reiteró el ministro-. La Constitución, sin embargo, delimita el máximo perímetro posible de materias, no da a las regiones un derecho a obtenerlos".
En ese sentido, dijo que "se necesita un acuerdo en el que el Estado y la Región en cuestión evalúen la viabilidad, conjuntamente".
"Me parece una buena garantía para las partes. Si son todos los asuntos, significa que el Estado y la Región consideraron que existía la adecuación de esa realidad regional para asumirlos todos", señaló.
En cuanto a la modalidad de definir los llamados "niveles esenciales" de los derechos civiles y sociales, sostuvo que "ciertamente se lo podría hacer mejor".
"Sin embargo, ¿es preferible la situación actual, en la que esos niveles esenciales no están definidos casi en absoluto, excepto en salud y muy pocos otros sectores?", preguntó.
Sobre la hipótesis de que la autonomía podría de algún modo "degradar" a las regiones con estatutos especiales, Calderoli explicó que "no se trata de una competencia" sino de "dos formas diferentes de asegurar y proteger las características específicas de los territorios".
"Es mi intención garantizar la máxima implicación del Parlamento, con sus comisiones ya en fase de negociación e, incluso antes, en el proyecto de ley de ejecución", dijo el ministro sobre el texto final. "Además, cuando el acuerdo se cierre con la contribución de todos -regiones, autoridades locales, gobierno y comisiones parlamentarias- me parece correcto que se llame al Parlamento a decir un 'sí' o un 'no' rotundo, con una evaluación resumida.
También habrá una opinión parlamentaria sobre las medidas de implementación. Aparte de la degradación, habrá un hiper- involucramiento", concluyó