Turismo
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ROMA - Si no fuera por la inflación, las facturas elevadas y la tragedia de la guerra en Ucrania, finalmente se podría decir que el turismo italiano está recuperando el impulso del período anterior a la pandemia, pero estos factores pesan sobre una industria que, una vez más, está demostrando resiliencia y vitalidad.

Las cifras de la encuesta Federalberghi sobre el puente del 8 de diciembre hablan por sí solas: 12 millones 183 mil italianos viajarán. El 94,1 % de ellos (frente al 92,3 % en 2021) permanecerán dentro de las fronteras nacionales, mientras que solo el 5,9 % irá al extranjero (frente al 7,7 %). El 70,2% de los que eligen Italia se trasladarán a su región de residencia.

Los destinos más populares estarán en la montaña (28,5%), en lugares de arte (27,8%) y junto al mar (13,1%). Le siguen los lagos (5,3%) y los balnearios (5%). En el exterior, los destinos más demandados serán las grandes capitales europeas (76,5%).

La facturación total se sitúa en 4.140 millones de euros. La primera en aplaudir fue la ministra de turismo Daniela Santanchè: "Los datos ponen de manifiesto, una vez más, cuánto el turismo es un motor de la economía italiana y subrayan que es importante en las elecciones de los italianos: la mayoría, de hecho, elige el país para pasar sus vacaciones".

Optar por el turismo interior, el de proximidad, - explicó la ministra- "significa no sólo redescubrir la Italia más auténtica, la más auténtica, compuesta por tantos lugares maravillosos que están aquí, a la vuelta de la esquina, y que con demasiada frecuencia se descuidan a favor de destinos aparentemente más llamativos y atractivos; significa también, y sobre todo, alimentar las múltiples realidades, pequeñas y grandes, que contribuyen significativamente al desarrollo de toda la industria turística nacional".

Además, "significa crear trabajo y empleo, generar valor para Italia, para nuestra economía, y apoyar lo que debemos y queremos comprometernos para hacer la primera empresa de nuestra nación: el turismo". Por su parte, el presidente de Federalberghi, Bernabò Bocca "gracias a una favorable calendario, con la festividad del 8 de diciembre cayendo en jueves, muchos italianos podrán disfrutar de unas merecidas vacaciones".

"Pero el puente de la Inmaculada Concepción es importante para toda la comunidad, porque genera una importante contribución al desarrollo del PIB y del empleo". Y advirtió: "No tendremos tanta suerte en cambio con motivo de las fiestas navideñas. El 25 de diciembre y el 1 de enero de 2023 de hecho coinciden con el domingo. Desde este punto de vista, aunque satisfechos con el desempeño de este largo puente, somos cautelosos en cantar victoria, a la espera de ver qué sucederá con motivo de la Navidad".

El presidente de la hostelería italiana no oculta los puntos críticos: "Ciertamente una vez más tuvimos que enfrentarnos a la realidad, y es que la gran mayoría de las elecciones estuvieron fuertemente condicionadas por la continuación del conflicto en Ucrania y por el consecuente y dramático aumento de precios que todos vivimos en nuestra piel. Este es un tema crítico que pesa mucho en el sistema de alojamiento turístico y requiere soluciones oportunas por el bien de todo el país".