por STEFANO CASINI

El origen histórico de izquierda y derechapolítica lo encontramos en un hecho totalmente anecdótico. Se trata de la ubicación de los delegados con diferentes orientaciones en laAsamblea Nacional francesa en los meses de agosto y setiembre 1789, en plena Revolución. Para debatir sobre el peso de la autoridad real frente al poder de la asamblea popular en la futura Constitución Nacional, los diputados partidarios del veto del Rey, todos  aristócratas o clero, se agruparon a la Derecha del presidente, por considerarse los lugares de honor. Por el otro lado, los que se oponían al veto se ubicaron a la Izquierda  y se auto-proclamaron “Patriotas».

Después de siglos de etiquetas, el siglo XXI vino para aumentar exponencialmente los “derechos” y debilitar exponencialmente los “deberes”, sin embargo, lo que podríamos llamar “modernismo filosófico”, nos enseña que la cantidad de mitos caídos, es tan grande que opacó, por no decir destruyó, los términos izquierda y derecha.

Como somos seres humanos, relativizamos todo e inventamos términos como libertarios, progresistas, neo liberales, liberales etc., que conforman una especie de coartada política auto-impuesta. El hecho es que, cada día más, nos acercamos a un mundo donde izquierda y derecha, serán simplemente términos, tan anecdóticos como su surgimiento y serán solamente lugares geográficos!

El simple hecho que la medicina y el progreso nos regalan, cada segundo, más segundos de vida, provoca que, los que peinamos canas y nos sentimos algo así como “los dueños de las verdades absolutas”, estemos cada día más alejados de la realidad, por no decir más gagá, mientras que el mundo entero, con sus generaciones demográficas catalogadas como Milenials, Centenials, Generación X, Baby Boomers etc. van marcando las pautas independientemente de lo que piensan los que, todavía, podríamos contar algo.

Me causa mucha gracia cuando escuchamos aún hoy, discursos anacrónicos de políticos de todos los colores, hablando de las nuevas generaciones: ¿cuales son? Teniendo un hijo ya “cincuentón” y 3 nietos, del cual uno ya está casado y es médico, me doy cuenta que fueron ellos los que me enseñaron a vivir en el tiempo que vivo. Sin balero, sin máquina de escribir, sin cinturones de seguridad, sin cassettes, sin fotógrafos de plaza o ascensoristas. El progreso nos impacta a cada minuto, para descubrir un “habitat” cada día más difícil por un lado y más fácil por el otro. Más difícil de entender pero con cada día más facilidades…...(para los que nacimos antes de los controles remoto es más fácil entender esto!!!

Cada generación queda marcada por hechos históricos, afronta los retos de todos los días y, en cierto sentido, cuestiona convenciones y reglas de las anteriores. Demógrafos e investigadores ponen términos para nombrar a una generación para estudiar a largo plazo sus conductas, la configuración familiar, sus tasas de matrimonio, su forma de consumir y hasta sus predilecciones al votar o defender ciertas causas o ideas.

En las últimas décadas vimos aterrizar en la renga política dos nuevas especies en evolución: los jóvenes y los outsiders(jóvenes o no). Vemos países nórdicos u europeos como Francia, Italia o Bélgica, gobernados por hombres o mujeres de entre 30 y 40 años, como Macrón o Meloni. La otra especie son los “outsider”, o sea que no tienen carreras políticas y provienen de otros sectores, desde Collor de Melho a Berlusconi, desde Trump a Bolsonaro, pasando por Beppe Grillo (el cómico italiano que fundó el M5S que llegó a ser el primer partido de la península.

Lo que veo, por ejemplo en mis nietos mayores, uno de 27 y uno de 20, es que, cada día se alejan, más espantados, de la política y esa, a veces bien denominada “casta” está en fase de extinción, lo que implica una fuerte pérdida de credibilidad en todo lo que sea “político”. También implica que la cantidad de “conductores de países” va a seguir reduciéndose: ese es el verdadero problema. Hasta hace medio siglo atrás, era muy común, también en nuestro país, casi como una regla, ver que Bordaberry, Ferreira Aldunate, Jorge Batlle, Lacalle Herrera y cientos más, tenían “hijos políticos”, muchos de ellos hasta en las antípodas políticas de sus padres, pero hoy, hay cada vez menos…..se extinguen y los que tienen hoy, de 18 a 30 años, no quieren saber nada de política!!!!

A muchos de los que aún leemos diarios de papel o desmenuzamos un discurso de un político tal o cual, la política nos interesa, la podemos analizar, hasta entender, podemos defender posiciones, enojarnos o utilizar términos venenosos o relativizar posiciones de los adversarios. Sin embargo, nuestros hijos, en mi caso, nuestros nietos, los que, dentro de muy pocos años serán los que dirijan los destinos de la humanidad,  están tan alejados de la “COSA COLECTIVA” que nos hacen temblar. Cuando nosotros teníamos la edad de ellos, todo era distinto. Recuerdo que, cuando nació, por ejemplo, el MLN, yo tenía 9 años, vivía en Italia y no sabía ni que existían. Cuando llegué a Uruguay en 1965, comenzaban a hacerse más fuertes. En 1966, el Gen. Gestido ganó las elecciones, falleció a poco de asumir, llegó el denominado “pachecato”, las medidas prontas de seguridad, el caos político, la guerra interna etc. En 1971 estaba en la Universidad y con mis 18 años, amaba la izquierda plasmando, en todos sus términos, la frase de Wiston Churchill según la cual “...si a los 20 no sos de izquierda no tienes corazón!”.

Cuando los milicos tomaron el poder, con todos los tupamaros presos o fugados, tenía 20 años justamente y militaba al lado de Seregni o Zelmar.  Hoy veo que, a mis nietos como a todos los compañeros o amigos de ellos, no les importa un bledo. El único con el cual puedo hablar algo de política es con el mayor que, a sus 27 años, salteó la frase de Churchill y, literalmente, piensa con su cabeza, sin permitir la más mínima injerencia de otros.

El mundo cambió tanto que, para los que peinamos canas, muchas veces nos cuesta adaptarnos. Pero…...o nos adaptamos o simplemente seremos “ninís” intelectuales de otro siglo.