por STEFANO CASINI

La delincuencia, a todo nivel, siempre utilizó todas las armas posibles para sus fines: desde un revolver a una ametralladora, desde una cuenta bancaria a una de FB, desde una recaudación multimillonaria de efectivo al lavado de dinero comprando hasta países. Lo que me tocó a mi hace unos días, fue porque un llamado de Whatsapp cambió mi vida para peor, por lo menos, momentaneamente.

Estaba trabajando concentrándome en lo que estaba haciendo y veo una llamada de Whatsapp. Cuando alguien te llama directamente al celular, lo único que ves es el número o, en caso que lo tengas agendado, el nombre de un amigo, un pariente, un conocido.

Sin embargo, cuando recibes una llamada de Whatsapp, en tu pantalla, ves una imagen. Veo una imagen creíble de ASSE con un código escrito abajo. Estaba con mi lapicera y lo anoté. Una gentil voz masculina me dice que me estaba llamando para saber si me había dado todas las dosis del sistema de vacunación. Justamente, en estos tiempos me estaba por dar la cuarta dosis contra el COVID y estaba consciente que no estaba al día. Le contesté que, no estaba al día y que quisiera darme otra dosis. Gentilmente el Sr. ASSE, me dijo, por favor, dígame su código de Whatsapp así le mandamos fecha y hora para vacunarse. En ese momento tan “light”, simplemente le pasé el código. La voz me dijo quédese en línea que ya le confirmamos………..e voilá!!! Me hackearon  Whatsapp! Listo! Los más de 3000 contactos se habían quedado en manos de delincuentes. A los minutos quedé sin Whatsapp y comenzó el calvario: ¿que tengo que hacer? Lo que se me ocurrió primero fue ir a la compañía telefónica para saber que hacer, mientras comenzaba a recibir las primeras llamadas desde cualquier lado del planeta de mis contactos que me preguntaban que me estaba pasando. Cientos de personas habían sido contactadas haciéndose pasar por mi, hasta se comunicaron en italiano y en portugués, pidiendo…..me que le girara, por favor, 2000 dólares que se los devolvía mañana, sin falta! Comencé a darme cuenta el valor de las cosas y de las personas que, en un 100% se habían dado cuenta que no era yo el que le estaba pidiendo dinero. Sin embargo, muchas estaban preocupadas por mi, que me había pasado, si realmente precisaba algo!!! Lo que más me impresionó fue que estos delincuentes se habían comunicado en varios idiomas. Como tengo un nombre italiano, a los primeros que molestó fue a mis contactos italianos, pero, de entrada cometieron un error: le mandaron un mensaje en castellano a un amigo con el cual, exclusivamente, nos comunicamos en italiano. Este llamó a mi hermana y comenzó el tran tran de llamadas, de pruebas etc. A la hora de todo esto, me presenté a la Jefatura de Montevideo, Delitos Complejos, para hacer una denuncia al respecto, luego fui a una de las dos compañías telefónicas con las cuales trabajo para saber que hacer.

¿Porqué les cuento con detalles todo? Porque quiero que no le pase a nadie, lo que a mi me pasó. Como META y las compañías no tienen nada en común más que utilización conjunta, tengo que esperar varios días para poder volver a tener mi Whatsapp. Es un calvario que no le deseo a nadie. Obviamente, lo que más me preocupaba era la exposición de mis contactos que, ahora, no son más privados, sino son personas que, a su vez, pueden ser víctimas de otros delitos informáticos.

Se ruega comentarlo a todo nivel……….es muy estresante pasar esta situación y no alcanza solamente ser extremadamente desconfiado….. aunque ayude mucho.