MONTEVIDEO (Gente d’Italia/Roberto Zanni) - El embajador pro témpore finalmente abandonó Montevideo: ¿nueva asignación? No, ahora el Poder Judicial lo está esperando.

 

Él se fue. En silencio, sin un gesto, una palabra, un saludo a la comunidad. Se fue izquierda. Añadamos finalmente, después de cuatro larguísimos años, que los italianos de Uruguay, lamentablemente, les costará olvidar. Hizo su maleta y se fue el embajador pro tempore Giovanni Iannuzzi: abandonó la embajada ocupada -¿podemos decirlo?- 'ilegalmente' como un okupa. Nunca antes se había visto esto en la historia.

En Montevideo, la representación diplomática italiana quedó peor, ya que este funcionario logró destruirlo todo. Será recordado, mejor dicho olvidado, por haber bloqueado, sin permitirles regresar a Italia, nuestros compatriotas durante los primeros y terribles momentos de COVID-19.

Será recordado por haber promovido y apoyado (¿por qué motivos?) hasta el final, la construcción de la inútil cancillería consular. Será recordado por unirse al amigo de meriendas Aldo Lamorte y toda la Maie, o sea Ricardo Merlo, (entonces tapado tras el escándalo del voto robado en las elecciones de 2022 que informamos) con el que arrastró por el barro

la Embajada y los Comités de Italia, en perjuicio de miles de compatriotas.

Será recordado por cientos de miles de trámites acumulados, ciudadanías, pero no sólo eso multiplicado, pero exclusivamente por las agotadoras esperas. Será recordado, y eso sin eso.

Sin duda el hecho más grave de todos, por la muerte en suelo italiano, la embajada, de compatriota Luca Ventre. Esta última tragedia marcará para siempre a Iannuzzi y a ella, su corte. Y en el fondo de todos los delitos cometidos, que han quedado impunes (pero sólo hasta ahora...) hay que agregar las mentiras escritas y firmadas en detrimento del "Pueblo de Italia", para no hacernos conceder la contribución debida a la publicación, una sórdida venganza urdida porque nosotros, a diferencia de Iannuzzi, decimos la verdad, no importa si no le conviene a alguien.

Así ha seguido el mentiroso embajador pro témpore en Montevideo una agenda criminal durante cuatro años largos y agotadores. Y después de los desastres cometidos ¿Él también quería el ascenso? ¿Querría convertirte en embajador permanente? Él quería a alguien más.

¿La comunidad italiana quedará completamente arruinada? La Farnesina, en cambio, lo llamó a Roma a Iannuzzi y su esposa. Tenían escritos sus saludos desde la embajada de Montevideo en 'X': Es hora de salir del camino "para la nueva aventura". Lo necesitará porque eso

que le espera en la capital (además de acabar en el anonimato de la Farnesina) no será divertido.

De hecho, después de vestir durante cuatro años la ropa del autoritario dictador, tendrá que responder ante el Ministerio, pero sobre todo ante los magistrados. No debería olvidarse que hace unos meses los inspectores llegaron a Montevideo precisamente para examinar en profundidad las deficiencias del embajador pro témpore y luego están las quejas presentado ante la Fiscalía por 'Gente d'Italia', su editor/director Domenico Porpiglia y toda la redacción que perdió su trabajo gracias a sus mentiras.

Así que también para Iannuzzi ha llegado el momento de ajustar cuentas: Uruguay y Montevideo están contentos. Nos despedimos para siempre, pero pronto nos volveremos a ver. En los tribunales.