SANTA CRUZ (Infobae / María Silvia Trigo)- Ocho candidatos disputarán la Presidencia de Bolivia el próximo domingo en las elecciones generales. Aunque en la papeleta electoral hay nueve nombres, solo ocho están en carrera tras la declinación de la postulante Eva Copa, cuando el material para la votación ya estaba impreso.
Los aspirantes son todos hombres y están entre los 36 y los 70 años. Hay cuatro que postulan a presidente por primera vez, cuatro que ocupan cargos públicos electivos, dos que vienen de una familia de políticos, un ex presidente y dos que se presentan como la renovación de la izquierda que gobierna el país desde hace 20 años. Uno de estos ocho hombres será el próximo presidente de Bolivia.
Samuel Doria Medina (Alianza Unidad)
Uno de los empresarios más exitosos del país. Fue dueño de una cementera que vendió por alrededor de 300 millones de dólares, es propietario de la franquicia de Burger King en Bolivia, dueño del emblemático hotel Los Tajibos en Santa Cruz de la Sierra y entre sus últimos proyectos destacan los dos rascacielos más imponentes y modernos del país.
Aunque en la vida le fue mejor como hombre de negocios que como político, no es un novato en esas lides. Fue ministro de Planificación en la década de los 90, miembro de la Asamblea Constituyente en 2009, tres veces candidato a la Presidencia y dos a Vicepresidencia, aunque la última vez su fórmula -con Jeanine Añez como candidata a presidenta- renunció antes de la votación. En su cuarto intento por llegar a la silla presidencial, se muestra por primera vez como uno de los favoritos en las encuestas de intención de voto.
Jorge Quiroga (Libre)
Fue presidente de Bolivia por un año (2001-2002), tras la renuncia del general Hugo Banzer, de quien fue Vicepresidente y el más joven en ocupar ese cargo, con 37 años. Fue candidato a la Presidencia en 2005, 2014 y 2020, pero en la última renunció días antes de las elecciones por su bajo desempeño en las encuestas. Es una de las voces activas de la región contra los gobiernos autoritarios de América Latina y miembro de algunas organizaciones internacionales, pero no se le conocen públicamente actividades profesionales.
El ex presidente fue uno de los actores clave en las negociaciones políticas que viabilizaron la asunción de Jeanine Añez al poder tras la renuncia de Evo Morales. Durante el gobierno interino fue nombrado "delegado internacional" para denunciar presuntas violaciones de derechos humanos cometidas por el gobierno derrocado de Morales. También es uno de los favoritos en los sondeos.
Manfred Reyes Villa (Súmate)
Con 70 años, es el mayor de los candidatos a la Presidencia. Reyes Villa es un militar y político boliviano con larga trayectoria. Fue alcalde de Cochabamba (centro) entre 1993 y 2000 y luego prefecto de ese departamento entre 2006 y 2008. Fue dos veces candidato a la Presidencia, en 2002 y 2009, y desde hace cuatro años ejerce otra vez el cargo de alcalde de Cochabamba.
Como opositor al Gobierno de Morales, enfrentó más de una docena de juicios en Bolivia por corrupción y malversación de fondos, y se refugió por varios años en Estados Unidos, de donde regresó durante el Gobierno de transición de Añez. En 2023, la Justicia anuló cuatro sentencias y ocho procesos en su contra, mientras crecían las críticas por haber "dividido" a la bancada de la oposición con legisladores que le respondían y favorecido de esa manera a la administración de Luis Arce.
Andrónico Rodríguez (Alianza Popular)
El actual presidente del Senado tiene 36 años y es uno de los candidatos más jóvenes de la elección. Es politólogo y su liderazgo se forjó en los sindicatos cocaleros del Chapare, en el centro del país. Durante años fue considerado el sucesor político de Evo Morales, de hecho el candidato confesó haber esperado hasta el último momento para anunciar su postulación porque quería tener el respaldo de su mentor, con quien finalmente rompió por falta de acuerdos.
Aunque Rodríguez es el candidato de izquierda más aventajado en las encuestas, mostró una caída sostenida en los sondeos y enfrenta la campaña del evismo a favor del voto nulo. Andrónico, como todos le llaman en Bolivia, se presenta como la renovación de la izquierda, lo que aumenta el desafío de convencer a un electorado descontento con el manejo económico del país en los últimos años.
Eduardo Del Castillo (MAS)
El ex ministro de Gobierno (Interior) de Luis Arce es el candidato del oficialista Movimiento Al Socialismo. Su sorpresiva postulación se dio luego de la renuncia del presidente Arce a la reelección y en medio de la disputa interna del partido, que quedó finalmente bajo el control legal de los aliados del primer mandatario.
Del Castillo tiene 36 años y fue una figura controversial por haber sido uno de los enemigos visibles de Morales.
Nació en Santa Cruz de la Sierra, es abogado, doctorante en Derecho Constitucional y antes de ser ministro ocupó el cargo de Oficial Mayor del Senado, en la legislatura previa a la crisis poselectoral de 2019. Sus críticos le cuestionan la forma en que fueron detenidos opositores como la expresidenta Áñez y el ex líder cívico Luis Fernando Camacho, además de haber fracasado en el operativo para detener al narcotraficante uruguayo Sebastián Marset.
Rodrigo Paz (Partido Demócrata Cristiano)
Es hijo del ex presidente Jaime Paz Zamora (1989-1993) y actual senador. Nació en 1967 en España y pasó su juventud en el exilio junto a su familia, debido a los sucesivos golpes militares en Bolivia. En 2002 ingresó a la política como diputado por la ciudad sureña de Tarija y tras más de una década en la función pública, como legislador y concejal, en 2015 ganó la Alcaldía de Tarija y en 2020 fue electo senador bajo la alianza que postuló al ex presidente Carlos Mesa.
Es uno de los postulantes que más ha subido en la intención de voto según las encuestas pero está lejos de disputar la segunda vuelta, aunque podría lograr algunas diputaciones. Muchos atribuyen su subida a su candidato a vicepresidente, un capitán de la Policía que goza de popularidad en el occidente del país.
Jhonny Fernández (La Fuerza del Pueblo)
Es alcalde de Santa Cruz e hijo de Max Fernández, un empresario y popular líder político en la década de los 90. El candidato ha tenido una carrera política activa desde joven, fue concejal y tres veces alcalde de Santa Cruz, además de candidato a varios cargos públicos incluido el de presidente.
Su actual gestión como alcalde es objeto de polémica por denuncias de corrupción y promesas incumplidas. Su campaña se muestra improvisada, porque a una semana de las elecciones aún no ha definido su candidato a vicepresidente y es de conocimiento público que ha tenido reuniones con el entorno de Evo Morales. Las encuestas lo muestran como uno de los candidatos con menor porcentaje de apoyo, lo que lo podría llevar a perder incluso la sigla política.
Pavel Aracena (ADN)
Desconocido hasta la inscripción de las candidaturas, Aracena postula por uno de los partidos tradicionales del país, Acción Democrática Nacionalista, del extinto dictador Hugo Banzer. Es un ingeniero civil nacido en Oruro que radica en Santa Cruz, y el peor puntuado en los sondeos de intención de voto.
En el debate de candidatos organizado por el Tribunal Supremo Electoral se presentó como el candidato "emergente" de la votación y causó controversia al proponer la creación de un Ministerio de la Familia y la Religión.
Para ver los planes de gobierno de cada candidato, puedes hacer clic en este enlace.