"La primera cosa que quiero subrayar —tanto porque me enorgullece como porque creo que representa un valor agregado importante en Argentina— es que llego a Buenos Aires después de haber estado ya dos veces al frente de un consulado.
Esto es una garantía para la comunidad italiana más grande del mundo fuera de nuestro país: los connacionales tendrán atención, cercanía y servicios de calidad".
Ese es el mensaje de presentación del nuevo embajador Fabrizio Nicoletti, quien desde mediados de noviembre encabeza la delegación italiana en Buenos Aires.
En una conversación con ANSA, el diplomático habla de su nueva misión.
"Cada uno es hijo de su propia experiencia. Y la experiencia también significa aprender de los propios errores, para mejorar y no repetirlos —destaca—. Así que llego con ideas, pero no con recetas prefabricadas".
"En esta fase inicial considero oportuno escuchar, observar, tomar nota y luego buscar una síntesis. Se necesita un tiempo de observación, también porque pronto será la conferencia de Embajadores en Roma, un momento importante de intercambio", detalla. Un diálogo que también profundizará en temas de carácter económico.
Entre los hitos de la carrera de Nicoletti figuran Omán y Kuwait, donde acumuló un conocimiento clave en los procesos del sector energético, experiencia especialmente valiosa para Argentina, país que se perfila como uno de los principales hubs energéticos del mundo y donde Italia, con ENI, parece decidida a jugar un rol protagónico.
"Recuerdo en Dubái la luz en los ojos de un pueblo que volvía a levantar la cabeza" gracias a nuevas perspectivas de desarrollo —relata—. "La misma que vi en Ucrania antes de la invasión, en Polonia y también en Guyana, país del que era responsable cuando fui embajador en Panamá, y que vive un boom gracias a las inversiones de Exxon y también de empresas italianas".
"Esa misma luz la veo ahora en Buenos Aires, sobre todo entre los jóvenes. Una mirada positiva que no había percibido en 2024, cuando vine para la reunión de Embajadores de América Latina", subraya.
Por otra parte, explica el diplomático, esto parece ir de la mano con el cambio político. "Son sobre todo los jóvenes quienes eligieron al presidente Javier Milei. Es una cuestión generacional. Por lo que observo, me parece que, en este momento, el deseo de algo nuevo supera la capacidad de reacción de la oposición. Está claro que con la edad uno se vuelve más conservador, se aferra a viejas fórmulas, pero al final decide la demografía: llegan los jóvenes y traen otras visiones".
"Y está claro que una Argentina económicamente estable, con un marco normativo similar al nuestro, nos favorece, no solo para las exportaciones, sino para todo", señala Nicoletti, quien trabaja en la implementación del plan de acción bilateral, empezando por el dossier espacial, con una importante iniciativa prevista hoy en Buenos Aires.
Pero el trabajo es amplio y abarca todos los frentes: cultura, industria, deporte, tecnología, diplomacia jurídica e innovación, para facilitar una integración cada vez más estrecha y mutuamente beneficiosa entre ambos países. Argentina, que ya se ha interesado en el sistema judicial italiano, ahora mira también con atención al modelo de su sistema nacional de salud.
En este contexto se inscribe la llegada de ENI y la reapertura de la oficina de corresponsalía de la RAI. Un terreno favorable "que se beneficia de la sólida relación política y personal entre los dos gobiernos", subraya Nicoletti, quien en Buenos Aires es percibido como "el enviado de confianza de la jefa de gobierno".















