El gobierno de Brasil y las comunidades indígenas se presentaron ante la Corte, donde defendieron posiciones antagónicas sobre los criterios que regulan la posesión de tierras de los pueblos originarios.
Con miles de indígenas acampados en el centro de Brasilia, los jueces del Supremo Tribunal Federal asistieron ayer a las exposiciones de la Abogacía General de la Unión (AGU) y la Articulación de los Pueblos Indígenas de Brasil (Apib) sobre el "marco temporal" que delimita la ocupación.
Bruno Bianco, titular de la AGU, sostuvo que se debe respetar el "marco temporal" por el cual se reconocen como tierras indígenas aquellas ocupadas hasta el 5 de octubre de 1988, fecha de la aprobación de la Constitución.
El respeto al "marco temporal" es necesario para garantizar la "seguridad jurídica" y como forma de evitar la "inestabilidad en los procesos de demarcación de tierras", señaló Bianco ante el Supremo.
En Brasil están en curso varios pleitos promovidos por productores agropecuarios y gobiernos estaduales contra los indígenas.
El presidente, Jair Bolsonaro, defendió el "marco temporal" y dijo que los indígenas son manipulados por ONG e intereses extranjeros.
Por su parte el abogado de la Apib, Eloy Terena, declaró que si el Supremo convalida el "marco temporal los indígenas, que son una minoría étnica en el país (menos de 1 millón personas) quedarán a merced de los intereses del agronegocio" y la influencia de este grupo en el Congreso donde cuenta con una bancada numerosa.
Terena señaló que varias comunidades no estaban ocupando sus tierras en 1988 porque habían sufrido presiones.
"Basta recordar que estábamos saliendo de una dictadura (1964-1985) cuando muchas comunidades fueron desalojadas de sus tierras", aseguró.
La votación de los jueces del Supremo ocurrirá luego de que este jueves expongan 18 oradores que representan a diversos sectores involucrados en el tema.
Los jueces deberán pronunciarse sobre la acción promovida por el estado de Santa Catarina, sur del país, que exige la salida de la comunidad xokleng y otros grupos autóctonos, de la Tierra Indígena Ibirama- Laklano.
Este caso recibió el status de "repercusión general", con lo cual el fallo repercutirá de inmediato sobre más de 80 contenciosos similares que están pendientes de sentencia.