Siete cortes de la reputada carne vacuna de Argentina no podrán ser exportados por decisión del gobierno, que busca con la medida hacer bajar el precio de ese alimento en el mercado interno.
Mediante un decreto presidencial se prohibió la exportación hasta fin del 2023 de los siete cortes parrilleros (como llaman los argentinos a la cocción a las brasas) que tienen una alta demanda en el mercado interno, frescos, enfriados o congelados.
Se trata del asado con o sin hueso, falda, matambre, tapa de asado, nalga, paleta y vacío.
En los fundamentos de la medida -publicada hoy en el Boletín Oficial- se señala que "es necesario construir una política pública para la cadena de la carne con el objeto de aumentar la producción, la existencia ganadera y el peso promedio de faena, generando previsibilidad al productor, e incrementar asimismo los volúmenes exportables".
Además, se afirma que las medidas que se disponen "contribuyen a generar un equilibro entre el mercado argentino y la exportación de productos cárnicos".
En mayo del año pasado el Gobierno comenzó a restringir las exportaciones de carne vacuna con el objetivo de hacer bajar el precio de la carne al consumidor, algo que hasta el momento no se consiguió.
En noviembre pasado, el precio de la carne vacuna en las carnicerías de Capital Federal y Gran Buenos Aires, aumentó más de un 10%, según los datos del Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina.