Un nuevo alerta por el brutal impacto del cambio climático sobre los humedales, espacios vitales que contienen la principal masa de agua dulce del planeta y que se encuentran particularmente jaqueados en Sudamérica.
"Los efectos del cambio climático dejaron de ser una alerta del futuro para transformarse en una preocupación del presente.
Además del aumento de la temperatura global, ya empieza a observarse una intensificación de los ciclos hidrológicos, provocando precipitaciones e inundaciones más intensas, pero también sequías más pronunciadas", alertó la Fundación Humedales / Wetlands International.
"Lamentablemente algunas de estas consecuencias comienzan a ser evidentes en nuestro país", alertó sobre la situación en Argentina, en el marco del Día Mundial de los Humedales, celebrado el 2 de febrero.
La ONG llama a "generar conciencia sobre la importancia de estos ecosistemas y de lo imprescindible que resulta su conservación".
"Los humedales son esenciales para la vida porque son la principal fuente de agua dulce y albergan el 40% de la biodiversidad del planeta. Sin embargo, están desapareciendo tres veces más rápido que los bosques y desde 1970 hemos perdido el 35% de los humedales del mundo", alertó Wetlands.
Este año, el lema de la campaña de la Convención Ramsar, el organismo internacional que se dedica a la conservación y uso racional de los humedales a nivel mundial-, es: "Valorar - Gestionar - Restaurar - Amar los Humedales".
Valorar los múltiples beneficios que aportan al bienestar humano y a un planeta sano. Gestionarlos con inteligencia y de forma sostenible para poder conservarlos.
Además, restaurar los humedales perdidos o degradados para recuperar su rica biodiversidad y los medios de vida que de ellos dependen.
En Argentina, los humedales ocupan el 21,5% del territorio nacional. Sin embargo, aún no existe ley que los proteja. El proyecto de ley para la conservación de los humedales perdió por tercera vez estado parlamentario sin que ni siquiera llegara a tratarse en la Cámara de Diputados, a pesar de que la ciudadanía viene pidiéndolo hace tiempo.
"Mientras sufrimos una crisis hídrica sin precedentes, que ya se siente en las altas cumbres de los Andes. La región se está volviendo cada vez más seca por efecto del cambio climático, con menos lluvias, disminución del agua de deshielo por el derretimiento de los glaciares y por el creciente uso del agua para la minería y la energía hidroeléctrica", acotó Wetlands, en un comunicado a la prensa.
Y recalcó que "la situación también es crítica en el corredor de humedales Paraná-Paraguay donde una bajante extraordinaria afecta la región desde hace dos años".
"Donde antes había agua ahora se ven grandes bancos de arena, sequías prolongadas y focos de incendio que recrudecen cada verano. Recién en julio del año pasado el Gobierno declaró por decreto la Emergencia hídrica por 180 días en los ríos Paraná, Paraguay e Iguazú", objetó la ONG.
Sin embargo, "concluido dicho plazo, el panorama no parece mejorar. Desde el comienzo de la crisis en 2019 ya se registraron más de 300 días donde el agua estuvo debajo de los niveles 2 de "aguas bajas" y, según el Instituto Nacional de Agua, no se prevén mejoras en los próximos meses.
La escasez de agua afecta el correcto funcionamiento de los humedales poniendo en riesgo la biodiversidad y los medios de vida de nuestras comunidades, recordó Wetlands International.Un nuevo alerta por el brutal impacto del cambio climático sobre los humedales, espacios vitales que contienen la principal masa de agua dulce del planeta y que se encuentran particularmente jaqueados en Sudamérica.
"Los efectos del cambio climático dejaron de ser una alerta del futuro para transformarse en una preocupación del presente.
Además del aumento de la temperatura global, ya empieza a observarse una intensificación de los ciclos hidrológicos, provocando precipitaciones e inundaciones más intensas, pero también sequías más pronunciadas", alertó la Fundación Humedales / Wetlands International.
"Lamentablemente algunas de estas consecuencias comienzan a ser evidentes en nuestro país", alertó sobre la situación en Argentina, en el marco del Día Mundial de los Humedales, celebrado el 2 de febrero.
La ONG llama a "generar conciencia sobre la importancia de estos ecosistemas y de lo imprescindible que resulta su conservación".
"Los humedales son esenciales para la vida porque son la principal fuente de agua dulce y albergan el 40% de la biodiversidad del planeta. Sin embargo, están desapareciendo tres veces más rápido que los bosques y desde 1970 hemos perdido el 35% de los humedales del mundo", alertó Wetlands.
Este año, el lema de la campaña de la Convención Ramsar, el organismo internacional que se dedica a la conservación y uso racional de los humedales a nivel mundial-, es: "Valorar - Gestionar - Restaurar - Amar los Humedales".
Valorar los múltiples beneficios que aportan al bienestar humano y a un planeta sano. Gestionarlos con inteligencia y de forma sostenible para poder conservarlos.
Además, restaurar los humedales perdidos o degradados para recuperar su rica biodiversidad y los medios de vida que de ellos dependen.
En Argentina, los humedales ocupan el 21,5% del territorio nacional. Sin embargo, aún no existe ley que los proteja. El proyecto de ley para la conservación de los humedales perdió por tercera vez estado parlamentario sin que ni siquiera llegara a tratarse en la Cámara de Diputados, a pesar de que la ciudadanía viene pidiéndolo hace tiempo.
"Mientras sufrimos una crisis hídrica sin precedentes, que ya se siente en las altas cumbres de los Andes. La región se está volviendo cada vez más seca por efecto del cambio climático, con menos lluvias, disminución del agua de deshielo por el derretimiento de los glaciares y por el creciente uso del agua para la minería y la energía hidroeléctrica", acotó Wetlands, en un comunicado a la prensa.
Y recalcó que "la situación también es crítica en el corredor de humedales Paraná-Paraguay donde una bajante extraordinaria afecta la región desde hace dos años".
"Donde antes había agua ahora se ven grandes bancos de arena, sequías prolongadas y focos de incendio que recrudecen cada verano. Recién en julio del año pasado el Gobierno declaró por decreto la Emergencia hídrica por 180 días en los ríos Paraná, Paraguay e Iguazú", objetó la ONG.
Sin embargo, "concluido dicho plazo, el panorama no parece mejorar. Desde el comienzo de la crisis en 2019 ya se registraron más de 300 días donde el agua estuvo debajo de los niveles 2 de "aguas bajas" y, según el Instituto Nacional de Agua, no se prevén mejoras en los próximos meses.
La escasez de agua afecta el correcto funcionamiento de los humedales poniendo en riesgo la biodiversidad y los medios de vida de nuestras comunidades, recordó Wetlands International.