epa02595324 A woman smokes a cigar next to a picture of former Cuban leader Fidel Castro as she attends the 12th Cigar Festival tha was launched in Havana, Cuba, 21 February 2011. The state owned company Habanos reported that the sails of cigars grew by 2% in 2010 despite the economical crisis and anti-tobacco laws being adopted in several countries such as Spain. EPA/ALEJANDRO ERNESTO

El ministerio de Salud de Cuba y la Organización Panamericana de la Salud (OPS) se aliaron en una campaña en la isla contra el hábito de fumar, muy arraigado entre cubanos jóvenes y "de edad" que parecen ser "indiferentes" a tales mensajes, según especialistas.
Tal alianza probará fuerzas en la isla el 31 de mayo próximo, jornada en la cual se celebra el "Día Mundial sin Fumar con una campaña que acusa al tabaco de "envenenar el planeta" mediante la contaminación progresiva de las personas.
Cifra muy impresionantes son que mil millones de habitantes de La Tierra fuman y por ello ocho millones mueren anualmente.
La prensa local describió este fin de semana cómo actúa el Programa Nacional para la Prevención y Control del Tabaquismo con "varias líneas estratégicas", según una experta citada.
Una línea considerada importante es "la vigilancia del consumo del tabaco, su comportamiento en la población que permite conocer actualmente que aunque la prevalencia tiene una tendencia al descenso, los jóvenes se inician en el consumo a edades cada vez más tempranas".
Otra "vía" de combate al hábito son "los ambientes libres de humo y la prohibición de fumar en espacios cerrados. Esta regulación, se recomienda, debe acompañarse de la mejor exigencia".
La campaña llama la atención sobre "inquietantes" tendencias como el consumo de "cigarrillos electrónicos".
"Yo entiendo todo eso pero no puedo dejar de fumar", dijo a ANSA una mujer de 50 años de edad que prefirió identificarse como Margarita "por asuntos de familia".
"Comencé a fumar en la escuela a escondidas de todo el mundo, especialmente de mi padre que odiaba los cigarrillos. Sin embargo mi madre fumaba como una chimenea", narró.
Al independizarse, contó Margarita, dejó de esconderse al menos al fumar en su casa, pero sin buscarlo "contaminé a mis hijos, que hoy fuman y fuman".
La mujer, que es una profesional en su esfera laboral y viaja al extranjero frecuentemente, debe respetar "cada vez más numerosas prohibiciones".
Sin embargo "así y todo no tengo planes para dejar de fumar", aseguró.
La mujer confirmó así el concepto muy mencionado en Cuba de que "la juventud pasa, pero la adicción al tabaco se queda".
Cuba es productora de los habanos más selectos del mundo y tiene una producción de cigarrillos muy cotizados por los fumadores locales aunque actualmente el mercado nacional de este producto es azotado por la escasez y los altos precios.
No obstante el ministerio de Salud cubano mantiene en ampliación su propia y persistente campaña contra el "tabaquismo".
En el país de más de 11 millones de habitantes cuenta con centros de salud vinculados directamente a combatir al hábito de "echar humo" como lo definen algunos.
Por ejemplo desde 2012 fue fundado en un barrio de La Habana el Centro de Salud Mental de Plaza de la Revolución dedicado a la "deshabituación infanto-juvenil" donde se le ofrece atención integral al paciente y a la familia todo sin pagos de por medio.
"Los centros de Salud Mental, los servicios de Siquiatría dispuestos en hospitales pediátricos y unidades especiales, además de la Línea confidencial antidrogas (103), que se extiende a todo el país, son parte de ese engranaje general contra todo adicción.
Estos programas atienden a aquellos que han caído en las redes de la dependencia, pero lo principal es prevenir, subraya, y en este sentido lo mejor es no iniciarse en el consumo". advirtió una especialista.