ROMA - Europa está jadeando por calor, pero, sobre todo, la prolongada ausencia de lluvias -de Alemania a España, de Portugal al Reino Unido, de Holanda a Italia- está poniendo a prueba a agricultores, empresas y administraciones que luchan contra el racionamiento del agua.
Más de un centenar de municipios en Francia no tienen agua potable, anunció el ministro de Transición Ecológica, Christophe Béchu, y recalcó que se trata de una "situación histórica".
No queda nada en las tuberías y las zonas que quedan sin agua potable se recargan con camiones cisterna. La oficina del primer ministro dijo que era la peor sequía en Francia y que el uso del agua estaba limitado en 93 regiones. No solo eso: la empresa energética estatal EDF ha tenido que reducir la producción de algunas centrales nucleares, ya que las temperaturas de los ríos son demasiado altas para proporcionar suficiente refrigeración.
El temor es que la falta de precipitaciones en la Francia continental reduzca gravemente los rendimientos.
La situación en los Países Bajos es particularmente crítica: con dos tercios de la población viviendo bajo el nivel del mar, la sequía puede convertirse rápidamente en un problema muy serio, causando que los ríos se llenen de sedimentos y detengan el tráfico fluvial.
Otro problema surge de los bancos ahora secos. Actualmente, las barcazas en el Bajo Rin, una ruta importante para el transporte de carbón desde el interior de Róterdam hasta las siderúrgicas alemanas y los productores de energía, operan a menos de la mitad de su capacidad.
No es mejor la situación en Reino Unido, donde se ha registrado el mes de julio más seco desde 1935 y con el porcentaje de lluvia más bajo jamás registrado. En algunas partes del país (sureste y centro-sur) el último mes fue el más seco desde que comenzaron los registros en 1836. Las empresas de agua advirtieron que se pueden introducir restricciones en el consumo de agua doméstica. De hecho, la primera prohibición ya está en vigor a partir de hoy: en Hampshire y la Isla de Wight no es posible llenar piscinas infantiles y utilizar mangueras para regar jardines y limpiar automóviles.
Las autoridades también están en alerta en Alemania donde los bajos niveles del Rin, una de las principales vías fluviales de Europa, han llevado a las empresas alemanas a anunciar el cierre del tráfico comercial para los próximos días.
Pero si Europa Central sufre, es aún peor en el Sur. En Portugal, varias ciudades y provincias han recurrido a ordenanzas locales para aplicar medidas de emergencia y salvaguardar la disponibilidad de agua para usos esenciales. En los últimos días, España ha comenzado a imponer restricciones de agua en las ciudades, desde Barcelona hasta Málaga y Huelva. El estado de alarma en España supone limitar el consumo máximo a 250 litros diarios por habitante, reducir un 25% los riegos para los sectores agrícola e industrial y prohibir el llenado de fuentes.
Para refrescarse un poco, uno solo puede mirar hacia el norte de Europa. Y sin embargo, incluso en Bergen, en la costa suroeste de Noruega, conocida como la ciudad más lluviosa de Europa porque apenas se pasa un día sin impermeable, las previsiones muestran para la próxima semana "solo tres días con lluvia y el resto nubes".