RIMINI - Luca Venturelli, un atleta paralímpico italiano de 18 años que padece autismo, se ve impedido de competir fuera del país por ser "demasiado inteligente". La historia del sueño frustrado de una de las mayores promesas del atletismo italiano paralímpico debido a la normativa internacional vigente que cuenta hoy el "Corriere Romagna", junto con una entrevista al propio Venturelli.

"Este ha sido un período muy difícil para mí", confiesa el joven oriundo de Bellaria-Igea Marina, en Rimini, que logró títulos en los 800 y en los 1500 metros y celebró en los Campeonatos de Padova celebrados recientemente.

"Mi camino en el atletismo paralímpico se detuvo y no podré participar en los próximos Campeonatos europeos, así como tampoco podré hacerlo fuera de Italia debido a que mi coeficiente intelectual es de 75", explica en primera persona.

"Fue una ducha de agua fría", confiesa su madre, Cristiana Demonte, al referirse a la noticia que recibieron cuando su hijo se alistaba para lograr la certificación de acceso a competir fuera de Italia, pensando también en los Juegos Paralímpicos de París 2024.

"A menudo, las personas con autismo tienen un coeficiente intelectual alto, pero eso no significa que no tengan dificultades en otros ámbitos como los de intereses sociales, verbales, sensoriales y de autonomía", explica Venturelli.

"El coeficiente intelectual no nos expresa pues si bien tenemos un alto nivel de entendimiento, en el espectro del autismo hay muchas variables y quizás se podría hacer una clasificación aparte", completa.

"Estoy convencido de que en la categoría que compite Luca, en lo que hace a las discapacidades intelectuales-relacionales, hay mucho por hacerse todavía", tercia Marco Simoni.

En diálogo con ANSA, el delegado técnico de Emilia-Romagna en la Federación Italiana de Deportes Paralímpicos y Experimentales (Fispes) agrega: "No solo hay limitaciones para la participación, como el coeficiente intelectual, sino que los niños con este tipo de discapacidad que también entran dentro de los cánones de la Federación Internacional, sólo pueden competir en los Juegos Paralímpicos en las pruebas de 400 y 1500 metros, en salto en largo y en lanzamiento de peso".

"Hemos acudido a distintos abogados y viajamos incluso a Roma para hablar personalmente del caso de Luca con Sandrino Porru, presidente de la Federación Paralímpica", explica la madre del joven. "Todos lo apoyan, pero dicen tener las manos atadas y eso significa que Luca sólo podrá competir a nivel nacional", completa con desilusión Demonte.

Un sentimiento que comparte Elena Borghesi, histórica entrenadora del atleta italiano que lo vio crecer y afirma que la pasión del joven por el atletismo es increíble y "Luca, desde muy chico, siempre dejó el alma en cada entrenamiento".

"Cualquier cosa que le ordenaba hacer, él la hacía sin quejarse", recuerda al afirmar que "cada año mejoraba y para mí haberlo entrenado fue un regalo del cielo. Los Juegos Paralímpicos eran su sueño, pero si los criterios siguen siendo los actuales, lamentablemente significará que le cortaron las alas", completó Borghesi.