El magnate mexicano de las telecomunicaciones Carlos Slim, uno de los hombres más adinerados del planeta, tiene una visión peculiar sobre el futuro laboral, donde prevalece el ocio sobre el trabajo y las personas ancianas puedan seguir laborando hasta casi el final de sus días. Durante un mensaje en el foro México Siglo XXI, organizado por Fundación Telmex-Telcel, la rama filantrópica que forma parte de su imperio empresarial, el multimillonario de 82 años, detalló su heterodoxo "modelo laboral" para los próximos años, en el cual la mayoría debería laborar tres días por semana y retirarse a los 75 años. "México podría ser una potencia mundial" pero para hacerlo el gobierno debe adoptar una "serie de medidas" que incluyan adoptar nuevos esquemas de trabajo de entre 33 y 36 horas semanales y aumentar 10 o 15 años la jubilación, afirmó el empresario, haciendo levantar las cejas a sus interlocutores. "La idea de que se jubile una persona a los 60 a 65 años me parece un error, es un absurdo", señaló Slim, que es ingeniero civil de profesión, egresado de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Ante jóvenes becarios de su fundación, afirmó además que "la mejor inversión universal en todo el mundo es combatir la pobreza" y todos los países "deberían estar obligados a ello". También se pronunció a favor de acciones que deriven en "mejorar servicios de educación, salud, mayor conectividad e igualdad de género y dijo que una reducción en horas laborales" paradójicamente "harán a las naciones más productivas". Actualmente, los mexicanos se pueden jubilar desde los 60 años, aunque para obtener el 100% de los beneficios de un retiro deben hacerlo a los 65, pero para Slim esto representa una pesada carga para las arcas del Estado. "De mantener una jubilación temprana, se corre el riesgo de generar problemas económicos directos a los Estados en los pagos a las pensiones", dijo el propietario de Telmex y Telcel, las mayores compañías telefónicas del país, así como del banco Inbursa, una popular cadena de restaurantes y una cadena de almacenes, entre otras cosas. También formuló otra propuesta controvertida: eliminar el requisito de la tesis y el examen final para los estudiantes universitarios sin el cual no pueden obtener un título ni una cédula profesional. El empresario mexicano afirmó que México podría figura en la primera fila entre las naciones más avanzadas del planeta "siempre y cuando no se cometan los mismos errores de sexenios anteriores, en los que existió una abundancia de recursos que no supieron ser aprovechados por los gobiernos".

"Desgraciadamente en el pasado, muchos de los gobiernos, no quiero criticar a ninguno de ellos, tuvieron la oportunidad de aprovechar el crecimiento de la economía, particularmente por el incremento en el precio del petróleo, y no lo supieron hacer", expuso. Recordó los años de "vacas gordas", en la década de los 70, cuando en el país se vivió un período de abundancia por el hallazgo de valiosos yacimientos petrolíferos, que permitieron obtener ganancias "económicas por más de 400 millones de dólares diarios, recursos que no supieron ser aprovechados por los gobiernos anteriores". "Hubo un sexenio en donde el precio del barril de petróleo era de 150 dólares, vendíamos 3,3 millones de barriles, pero dónde están, qué hicimos con ellos", se preguntó. También aconsejó seguir el ejemplo educativo de Estados Unidos, donde los jóvenes terminan sus cursos universitarios y se inmediato se incorporan al mercado laboral, sin tener que ocuparse de complejos trámites y la elaboración de tesis y un examen profesional que los hacen estancarse. "Ante una educación que ha mostrado deficiencias, hay que cambiar radicalmente la forma de estudiar en el país", señaló al auspiciar el modelo de instrucción a distancia.