por STEFANO CASINI

Como que América Latina lo hubiera rehabilitado luego de 9 años de faltazos al dictador Maduro en las cumbres sudamericanas. ¿Es así?Culmina a escala regional ese “apartheid” que Nicolás Maduro tenía como ya comprendido, a pesar que, entre pajaritos, libros y libras y otras yerbas, siempre criticó con sus discursos anacrónicos, estilo Adolfito, al Imperialismo yankee, el capitalismo salvaje, los oligarcas y el neo liberalismo. El martes pasado fue recibido como un “igual” por los jefes de Estado sudamericanos, reunidos en una cumbre informal en Brasilia, convocada por el ex convicto Luiz Inácio Lula da Silva.

El objeto del encuentro nunca fue la de un impulso hacia una integración, destrozada en los últimos tiempos por la polarización ideológica. Maduro marcó su primer cara a cara entre los presidentes sudamericanos en nueve años. Muchas sonrisas y festejos de los populistas de siempre, como el mismo Lula, pero no todos estuvieron con “el del pajarito”. Un Presidente de centro-derecha y uno de centro-izquierda, o sea Luis Lacalle Pou y Gabriel Boric, Uruguay y Chile no!

Los dos mandatarios dejaron muy claro sus respetuosas críticas al dictador venezolano que hundió su país en la peor crisis desde que existe ese rico país en petróleo.

Boric recordó en el “summit” que “…..dar la bienvenida al venezolano no significa un cheque en blanco ni olvidar. Nos alegra que Venezuela retorne a las instancias multilaterales,  sin embargo, no puede significar meter debajo de la alfombra principios importantes para nosotros”. El chileno le contó a la prensa su discrepancia con algunas de las palabras pronunciadas por Lula.

“La situación de los derechos humanos no es una construcción narrativa, es una realidad seria”, sostuvo Boric. El discurso de bienvenida a Maduro de Lula, echando todas las culpas de su crisis al no reconocimiento que hay democracia en Venezuela, no le gustó a todos, mucho menos a Lacalle Pou y Boric. Un discurso, el de Lula, que deja heridas en su mismo país, mientras, para Boric “...el respeto a los derechos humanos es innegociable sea del color que sea para los que los violan”.

Tibia la posición de la izquierda uruguaya que, aunque parezca mentira, todavía se siente, en su parte más ortodoxa, vecina al actual Presidente del PIT-CNT que, hace pocos años, sostuvo que él mismo representaba al pueblo uruguayo y le daba todo el apoyo a Maduro y el chavismo!!! algo que parece irreal, de ciencia ficción, por no decir de muy mal gusto. “Hay realmente muchos uruguayos que apoyan a Maduro? No creo…..puedo llegar a creer que muchos uruguayos admiren a Lula, a Boric o a Cristina Fernández (sic!), pero que ….¿a Maduro? Un individuo requerido internacionalmente por ser un narcotraficante junto a Diosdado Cabello, ¿puede ser admirado? O mejor, ¿puede ser “admitido” entre otros mandatarios como uno de sus pares?…. ¿habiendo hecho elecciones truchas, sin la posibilidad que hubiera una oposición?

El ADN uruguayo es batllista, de ese antiguo batllismo de centro izquierda, de ese Pepe Batlle, fundador de la Internacional Socialista, pero no es un ADN antidemocrático, en absoluto!

Podemos admitir y hasta comprender que haya anarquistas, comunistas, fascistas, nazis, socialistas, liberales, neo liberales, republicanos, demócrata cristianos etc. pero ningún uruguayo de Ley admite una dictadura chavista! Eso…..seguro