Sebastián Marset en una fotografía difundida en redes sociales / El País

MONTEVIDEO (Uypress/Esteban Valenti) - Lo que muchos consideran una simple entrevista periodística en un canal de televisión nacional al principal narcotraficante de la historia uruguaya, si se la analiza con un mínimo de atención y de estudio de los antecedentes del accionar narco, se comprueba que se trata de un cambio de calidad, de un nuevo nivel de esta novela, que no es venezolana, es colombiana.

 

No voy a opinar sobre la ética y las formas de los periodistas que organizaron y realizaron la entrevista, cada uno tiene sus parámetros y sus medidas, voy a opinar sobre las reacciones de los políticos uruguayos con Marset.

Mirando la entrevista es muy claro que fue preparada minuciosamente con un amplio despliegue de medios y de gastos. Sebastián Marset ha dado muestra de que dispone realmente de muchos recursos de todo tipo. Mansiones, vehículos, armas de última generación, sicarios, contactos en diversos ambientes oficiales y mucho, mucho dinero, para lo cual hay que ser un narcotraficante importante, comprar y revender muchas toneladas de cocaína. Parece que ese es su rubro principal.

Una acotación previa: el gobierno uruguayo entero, encabezado por el Presidente Lacalle, se ha preocupado de todas las maneras posibles para decir y repetir que Marset tenía derecho a disponer de un pasaporte uruguayo. Pregunta: ¿Si era tan claro, cuál es el motivo que para viajar a Dubái a organizar fastuosas fiestas, utilizó un pasaporte falsificado paraguayo? ¿Para qué arriesgarse? Y todos sabemos que dispone de asesoramiento legal muy bien pago en Uruguay y en otras partes y no solo hace dos años que lo buscan varias policías e Interpol y se da el lujo de organizar entrevistas televisivas.

Además también está comprobado que pudo hacerse un pasaporte falsificado en Paraguay, que corrompió a la oficina de Interpol en ese país para que le levantaran la alerta roja a su familia y que tiene contactos a alto nivel en la policía boliviana que le avisó con tiempo para que abandonara con toda su familia la mansión en Santa Cruz de la Sierra. Probado y recontraprobado.

¿Para qué quiso arriesgarse nuevamente y organizar una entrevista televisiva, cuidadosamente preparada, hasta en la vestimenta y el reloj y sobre todo el discurso? No fue por divertirse, tenía objetivos bien previstos.

Hay que partir de la base de que es el más importante traficante de drogas uruguayo del que se tenga registro alguno y para eso, además de vivir en ese mundo de crimen, muerte, soborno, corrupción y violencia, hay que ser bastante inteligente. Pero además cualquiera que haya leído algunos libros -no muchos- visto algunas buenas y despiadadas películas, puede entender que cada movimiento en ese mundo está planificado y tiene objetivos. Se pierde la libertad y la vida en un descuido.

Toda la versión que Marset dio en la entrevista fue exactamente igual, calcada a la del gobierno uruguayo y las autoridades migratorias. No es ninguna agresión, o un derrape como se atreve a decir Álvaro Delgado sobre las declaraciones del Intendente de Canelones, Yamandú Orsi. Es una simple comprobación que salta a los ojos.

Lo desafió a Delgado que me indique una sola declaración de Marset que contradiga la versión del gobierno. Una sola.

Lo peligroso, lo casi estúpido, y lo digo con conciencia plena, es tomar las declaraciones de Marset como elemento de prueba, como lo hicieron varios legisladores de la coalición.

¿Ahora vamos a incorporar como comprobaciones las declaraciones de Marset en una entrevista periodística en todo el lujo y la tranquilidad de uno de sus refugios? ¿Qué otra peligrosa estupidez nos falta?

Marset no está habilitado para nada y por eso lo único que hace es repetir la versión que ahora le conviene. Si hubiera declarado lo contrario, tampoco deberíamos considerarlo, colocar a Marset en esa posición, ante el gobierno, ante la sociedad, ante la prensa, ante la Justicia es un grave error, una superficialidad, es darle armas muy peligrosas.

¿Si mañana fracasado su pedido o su deseo de que su familia viaje a Uruguay y se quede en el país y sea negada a las autoridades de Paraguay, si Marset decide agregar detalles propios y picantes, acusaciones sobre pagos de sobornos y otras cosas? ¿Las vamos a tener en cuenta?

Pregunta complementaria ¿Con que documentos viajaría la familia de Marset al Uruguay si está en Paraguay? Elemental Watson.

Marset se ha transformado en un personaje de la agenda nacional, no solo por el pasaporte entregado en una cárcel de Dubái, por el ocultamiento de pruebas y la confabulación de ministros y subsecretarios sobre los detalles de ese trámite del pasaporte, ahora en manos de la Fiscalía, sino que ahora le agrega nafta al fuego y declara por capítulos en la televisión uruguaya.

¿Alguien puede negar que en su declaración reafirmó en detalle la versión oficial de todo este enchastre y que incluso ahora Marset forma parte de Transparencia Internacional y califica la honestidad de los gobiernos de la región?

Y algunos dirigentes multicolores se suben a ese carro, lo validan y le dan el cuchillo más afilado de la parte del mango a Marset para seguir actuando en Uruguay y en la región.

¿Qué más falta? Lo sabremos en próximos capítulos.