PARIS - Mélanie Berger-Volle, una ex partisana (combatiente de la resistencia durante la ocupación nazi) de 102 años de edad, será una de las estafetas que portará la antorcha olímpica en su camino rumbo a la ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos de París del 26 de julio.
"Siempre amé al deporte", afirmó la centenaria dama nacida en Austria en el seno de una familia judía, al aceptar la invitación que le cursaron el departamento de Loira y el ayuntamiento de Saint-Étienne, en nombre -dijo- de la amistad entre los pueblos, valor que defendió durante la Segunda Guerra Mundial.

Berger-Volle, que hasta hace poco tiempo solía caminar durante una hora diaria, se dijo un poco preocupada por el peso de la antorcha que transportará el 22 de junio durante su periplo rumbo a París.
La ex partisana, abuela de la gimnasta Emilie Volle, quien participó en los Juegos Olímpicos de Atlanta en 1996, es también un símbolo para las mujeres "que luchan por la paridad de género en el deporte con los hombres".
"Mi ideal y mi sueño fueron siempre el del unir al mundo", explicó al destacar que "los Juegos Olímpicos representan una oportunidad formidable para conocer a otros seres humanos".
Berger-Volle, perteneciente a una familia de clase trabajadora e involucrada con la política desde temprana edad para "luchar contra las dictaduras", se unió a la resistencia francesa en 1939, un año después de la anexión de su país por la Alemania nazi.
En 1942, fue arrestada y encarcelada mientras estaba involucrada con un grupo de militantes trotskistas. Fue torturada, pero logró escapar y continuó su lucha hasta la liberación", razón por la cual fue reconocida con la "Legión de Honor" Ahora, vuelve a ser reconocida y será protagonista del recorrido de la antorcha olímpica, que será encendida el 16 de abril en Olimpia, Grecia, y llegará a Marsella el 8 de mayo, para continuar su periplo por toda Francia antes de encender el pebetero olímpico.