"La máquina de la Farnesina (el ministerio de Exteriores italiano, NDR) sigue trabajando a pleno ritmo para el regreso de numerosos compatriotas dessde el exterior", dijo la viceministra de Exteriores Marina Sereni. "Cada día se resuelve algún problema, cada día se enfrentan otros nuevos: informar en tiempo real a los ciudadanos sobre las posibilidades de regreso, que cambian continuamente, tratar de favorecer conexiones aéreas cuando las autoridades locales decidieron el cierre, cerrar acuerdos con otros países (sobre todo europeolos viajeros las medidas de precaución y contención del virus una vez llegados a Italia", agregó Sereni. "Desde el comienzo de la crisis y luego de modo creciente intentamos responder a miles y miles de personas -agregó-, jóvenes estudiantes de Erasmus o jóvenes muchachos y muchachas que con Intercultura habían iniciado una experiencia en cada parte del mundo; turistas normales que tal vez un poco imprudentemente se habían arriesgado a lugares exóticos, subestimando los riesgos de la explosión de la pandemia; trabajadores de empresas italianas presentes en el exterior bloqueados de improviso por el cierre de las fronteras del país anfitrión; jóvenes trabajadores precarios que se fueron para realizar un proyecto de vida en países lejanos, perdieron el trabajo y ahora buscan un modo de volver a un precio razonable". "Hemos conocido en estos días difíciles también historias humanas bellísimas, que estamos orgullosos de haber podido ayudar", continuó Sereni. "Quería sobre todo dar cuenta de un aspecto: en estos días no nos ocupamos solo de números, nos hemos encontrado con una variedad de situaciones e historias diversas a las cuales, gracias al trabajo de todos los funcionarios de la Farnesina en las en las sedes del exterior y en Roma, hemos podido dar asistencia y respuestas", concluyó.