Antonella Cavallari, Segretaria Generale IILA

ROMA - La artesanía y los tejidos naturales procedentes de la región del Gran Chaco en Sudamérica y la alta costura italiana se funden en la iniciativa "Moda Gran Chaco y Caraguatá", impulsada por el Instituto Italo-Latinoamericano (IILA), que se propone proteger los recursos naturales y empoderar a la mujer.
Para lograrlo, este proyecto convocó a cinco diseñadores latinoamericanos e italianos que convirtieron en prendas de alta costura el caraguatá, un tejido natural que las comunidades indígenas de la región del Gran Chaco -abarca Argentina, Paraguay, Bolivia y Brasil- cultivan para hacer artesanías.
Estas prendas de alta costura se presentaron en un desfile organizado en la capital italiana, para poner "en valor unos productos artesanales que implican mucho trabajo", expresó la secretaria del IILA, Antonella Cavallari.
Entre los diseñadores invitados estuvieron los paraguayos Andrés Báez y William Ramirez, involucrados en el proyecto del IILA "Cimentando Sueños", que reúne a 80 artesanos y 16 diseñadores de moda paraguayos.
Presentaron una decena de vestidos de ceremonia tejidos mediante técnicas propias de la tradición popular y usando la fibra natural del caraguatá.
Cavallari agregó que este proyecto, que une varias iniciativas, va más allá de la moda, ya que pretende crear conciencia sobre "la preservación del medio ambiente e impulsar un uso alternativo de los recursos naturales que evite la deforestación" de la región natural del Gran Chacho.
La Asociación Museo Verde, que cuenta con la colaboración del ministerio del Exterior italiano, trabaja en este sentido, centrándose en las comunidades indígenas, con el objetivo de "empoderar a las mujeres y darles una visión empresarial" internacional que permitirá ir más allá de las pequeñas artesanías.
Norma Rodríguez es una de las personas que más conoce el caraguatá, un material que cultivó desde pequeña y también tejió para crear cestas, chalecos y otras prendas que usan los habitantes de su pueblo.
Este vínculo la llevó a presidir una cooperativa que une a más de 2.000 artesanas indígenas de la parte argentina del Chaco, a quienes representa en Roma para dar a conocer un laborioso trabajo que espera que se valorice más.
"El chaguar -como se conoce el caraguatá en la región argentina, ndr- es nuestra vida y nuestro trabajo, porque la mayoría de las mujeres trabajan día a día con esta planta", detalló Rodríguez.
Agregó que aspira que esta oportunidad en Roma permita que el trabajo se difunda en Italia y otros socios busquen comercializar con este tejido que solo se puede realizar a mano.